Vitoria - Los conductores alaveses que acostumbran a transitar por las dos autopistas de peaje que atraviesan el territorio podrán ver sus economías aliviadas un año más gracias a las ayudas de la Diputación. El consejo de gobierno foral aprobó ayer la convocatoria pública de bonificaciones para los tramos subvencionables de la AP-1 y la AP-68 de cara al presente 2020 y las consignaciones presupuestarias correspondientes, lo cual permitirá a los alaveses que utilizan de forma habitual estas vías reducir el coste de sus peajes. Según informó el diputado general de Álava, Ramiro González, tras la reunión semanal de su gabinete, el presupuesto asciende a los 850.000 euros ampliables hasta los 1,4 millones en el primer caso y a 400.000 euros ampliables a 675.000 en el segundo. Los recursos destinados a estos programas ascendieron el pasado ejercicio 2019 a 1,6 millones de euros y beneficiaron a cerca de 2.500 personas.

El máximo responsable foral defendió que, con el relanzamiento de esta línea de ayudas, la Diputación "da continuidad" a "una política social consolidada" que beneficia además, fundamentalmente, a estudiantes y trabajadores que se desplazan diariamente a su centro de estudios o a su puesto de trabajo.

En concreto, los usuarios frecuentes de la AP-1 podrán seguir beneficiándose durante este año de una tarifa plana -coste máximo- de 15 euros mensuales para el tramo comprendido entre las localidades de Etxebarri-Ibiña y Eskoriatza y de 75 euros para el tramo completo de la autopista, el que enlaza Etxebarri-Ibiña y Maltzaga. Por su parte, los usuarios habituales de la AP-68 podrán acceder a una bonificación del 60% del precio del peaje, IVA incluido, a partir de los 15 viajes mensuales.

Los usuarios que quieran beneficiarse de estos programas de bonificaciones, cuya gestión está encomendada a la sociedad foral Arabako Bideak-Vías de Álava (Arabat), deben ostentar la condición de residentes en el territorio alavés y disponer de un sistema de telepeaje.

El programa de peaje social nació a principios del año 2002 y estuvo dirigido inicialmente a bonificar a los alaveses que necesitaban circular con frecuencia por la AP-68, que cruza el territorio de sur a norte, por motivos de trabajo, estudios o cualquier otra razón. La iniciativa se extendió un tiempo después a los usuarios frecuentes de la popularmente conocida como Vitoria-Eibar.

Internacionalización En otro orden de cosas, la Diputación aprobó también ayer una nueva línea de ayudas destinada a promover la cooperación empresarial para la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas del territorio. El consejo de gobierno busca así dar continuidad a unas subvenciones que el ente foral puso en marcha por primera vez en el año 2015.

Con esta línea, la institución asume un "compromiso" desde el ámbito local para ayudar a las empresas alavesas "a afrontar los desafíos, retos y oportunidades que ofrece el siglo XXI con una economía y una sociedad progresivamente más globalizadas", según resaltó el diputado general.

En esta ocasión, las empresas beneficiarias tendrán a su disposición un total de 350.000 euros y las entidades sin ánimo de lucro, de 250.000. La línea de ayudas tiene como objetivo impulsar la competitividad empresarial, favoreciendo la internacionalización y la colaboración entre empresas locales para acudir a mercados exteriores y establecer relaciones económicas con firmas de otros países. La iniciativa destaca la "conveniencia" de articular "estrategias de cooperación entre empresas", porque pueden tener un resultado más satisfactorio que las iniciativas individuales.

El programa apoya, según el ente foral, "una amplia gama de hechos subvencionables orientados a la internacionalización de las empresas" y cubre gastos de profesionales para facilitar un mejor conocimiento de los mercados exteriores y un asesoramiento "a la carta" sobre multitud de aspectos que pueden tener relevancia para el éxito de los proyectos. Al mismo tiempo, cubre gastos del personal propio de las organizaciones. Entre las novedades y cambios de la convocatoria recién aprobada destaca que "excepcionalmente, cuando la naturaleza y calidad del proyecto así lo justifiquen", se podrán apoyar proyectos individuales de internacionalización por parte de una pequeña o mediana empresa. Asimismo, el programa contempla la concesión de un anticipo de la subvención del 50% una vez que la entidad beneficiaria presente la aceptación de la ayuda.

González consideró "conveniente" potenciar la utilización de herramientas de cooperación empresarial, como la figura de las entidades tractoras, que agrupa a entidades sin ánimo de lucro y grandes empresas internacionalizadas locales. El objetivo pasa por "facilitar la internacionalización de las pymes que careciendo de recursos se unen en proyectos de cooperación", una figura donde colaboran organizaciones de diferentes tamaños y que permite la generación de sinergias y beneficios para todas las partes. La fórmula permite también a las empresas disminuir riesgos "de todo tipo" en sus procesos de internacionalización, lo que supone "un claro ejemplo de cooperación empresarial".