vitoria - Como cada sábado de mes el Mercado de la Almendra de Gasteiz llena las calles del Casco Viejo con productos de los comercios del lugar. El primer Mercado de la Almendra de 2020 se celebró ayer invadido de un ambiente preReyes Magos, de la mano de la Federación de comercios y servicios de Casco Medieval (FEDASOC). A dos días de la gran cita con los tres Reyes Magos, el mercado se convirtió en la mejor ocasión para aprovechar las últimas compras navideñas.
Como cada primer sábado del mes, el recorrido del Mercado de la Almendra estuvo compuesto por las calles Cuchillería, Pintorería, San Francisco, Correría y plaza de la Burullería. Además de los propios puestos en la calle, representación de los diferentes comercios del Casco Antiguo, el Mercado incluyó, asimismo, la oferta de los numerosos establecimientos comerciales del mismo barrio.
La jornada transcurrió con el habitual rincón infantil que comenzó a las doce de la mañana, y situado en la plaza Burullería. Este pequeño pero tan querido rincón contó con talleres, juegos y manualidades para los más pequeños. Por otra parte, el mercado también se llenó de gastronomía, de la más significativa gastronomía alavesa. Ésta estuvo representada en forma de pintxos gracias a la ruta de las barricas. Esta ruta la formaron diferentes establecimientos, ofreciendo un pintxo-pote por 2 euros a partir de las 12.30 horas. Los establecimientos protagonistas fueron Waska Barra Restaurante, Cómeme, Botanic, El Tabanko, La Presumida, Barrón, Cervecería Rivendell y Orain.
Asimismo, se ofrecieron visitas guiadas que recorrieron las calles de todo el Casco Medieval y los más curiosos tuvieron la oportunidad de conocer toda su historia. A su vez, se organizó una ruta llamada Hemengo Shopping, que recorrió los establecimientos gourmet de toda la Almendra Medieval.
Además, Slow Food Araba volvió a instalar su rincón gastronómico en la plaza de las Burullerías, con la trufa negra de la Montaña Alavesa como gran protagonista. Desde las 10.30 horas, Slow Food Araba, gracias a los cocineros de la organización, ofrecieron a los visitantes del mercado la oportunidad de degustar la gran trufa negra y en el caso de ser hipnotizados por su sabor, pudieron comprar este producto de la Montaña Alavesa.
Justo en frente del puesto de Slow Food Araba se encontraba el puesto de Pastas Vidaurre. La gran habilidad y fama de estos artesanos eran las rosquillas. Alicia, una de las artesanas de este puesto aseguró que a pesar de utilizar la manera tradicional de crear las rosquillas, éstas fueron muy apreciadas entre los visitantes del Mercado. Gracias a ese gran sabor de las rosquillas, fueron una docena de éstas el premio del primer sorteo celebrado en el Mercado de la Almendra este año.
La Federación de comercios y servicios del Casco Medieval organiza cada edición, "con el fin de agradecer la fidelidad de las personas que visitan el Mercado de la Almendra", un sorteo de productos cortesía de alguno de sus comerciantes y artesanos, tal y como han explicado desde la organización. El sorteo se celebró a las 14.00 horas en la plaza de la Burullería.
En los dos puntos de información, situados en la calle Cuchillería y la plaza de las Burullerías, se pudo obtener una completa guía comercial de la oferta del Casco Medieval. Es ahí donde se encontraba María, la encargada del puesto de información situado en la plaza Burullería. "Nosotras lo que hacemos principalmente es informar sobre como están distribuidos todos los comercios de la almendra", explicó con la ayuda de uno de los folletos que ofrecían en el puesto. Por otra parte, otra de sus funciones era observar "cuándo pasa más gente, qué tipo de gente, por edad, con niños, sin niños", para así, más tarde, tener una idea general de cual es el perfil de gente que visita cada mes el Mercado de la Almendra. Para las doce de la mañana María aseguró estar todo "muy tranquilo": "Todavía es pronto, pero de momento no ha pasado mucha gente, supongo que el día tampoco acompaña mucho".