la presencia de animales en actividades y terapias asistidas constituye todavía una herramienta en auge en el ámbito más local, aunque distintos estudios han demostrado ya sus múltiples beneficios. En el caso de los perros, éstos son visibles en los planos físico, social, emocional o cognitivo, sólo por citar unos pocos, de quienes trabajan con ellos: Tanto personas con necesidades especiales como otras que necesariamente no las tienen. “Cualquier persona que quiera mejorar su calidad de vida puede beneficiarse de esto”, corrobora Zuriñe Arroniz, educadora canina y guía en intervenciones asistidas con animales. Unida desde comienzos del pasado verano al centro terapéutico gasteiztarra Kuida, que ofrece servicios que van desde la fisioterapia o la psicología hasta la terapia ocupacional, Arroniz ha comenzado a importar aquí sus conocimientos en este ámbito con tantas posibilidades.
La acompañan en su encuentro con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Jimena Ibáñez, directora de Kuida y terapeuta ocupacional, y Haizea Álava, psicóloga del centro y también formada en intervención asistida con animales. Y cómo no, Dana, la preciosa border collie adiestrada que trabaja habitualmente con Arroniz, Coco y -la otra- Dana, las dos perras de Álava, que poco a poco se han ido iniciando también en el mundillo.
Las intervenciones con animales pueden desarrollarse en tres ámbitos distintos: El primero es la actividad asistida, que a través del juego y del ocio, sin objetivos terapéuticos, ayuda a la desensibilización del usuario y a comprender todo tipo de asuntos de la vida diaria. El segundo campo es la educación asistida, mediante la cual se trabaja con niños que tienen carencias a nivel educativo para mejorar sus habilidades. Gracias a la compañía de los perros, aprender se convierte en “un juego” para pequeños con variadas problemáticas como la dislexia o la hiperactividad. El tercero, la terapia asistida, se basa en una intervención más individualizada e integral, creada desde la necesidad concreta de cada usuario, que padece un trastorno concreto. Se trata de procesos más planificados de antemano y en los que la labor del animal acompaña al trabajo de un profesional de la salud, que bien puede ser de la psicología o la terapia ocupacional.
“Se ven muchísimos beneficios con el autismo, sobre todo en el ámbito de la atención, en el de la comunicación, en las habilidades sociales... Se puede mejorar en muchos planos”, ejemplifica Arroniz. “Podemos trabajar la parte física y también la cognitiva, por ejemplo con gente mayor que sufre Alzheimer u otro tipo de enfermedades degenerativas”, apostilla la directora de Kuida. La convivencia de perros entrenados con usuarios de residencias de mayores es ya una realidad en algunos centros del territorio estatal. Entre los múltiples beneficios del contacto con los animales se encuentran la mejora de la coordinación, del equilibrio, de la motricidad fina y gruesa, de la relajación, de la autoestima... “Te expreses como te expreses con el perro, éste nunca te va a juzgar”, ilustra de nuevo Arroniz.
camino natural La incorporación de la terapia con animales a Kuida, que abrió sus puertas el pasado junio, ha sido una suerte de evolución lógica. “Lo tuvimos claro. Nos gustan los animales, queríamos trabajar con ellos y la forma de trabajar de Zuriñe nos encajaba muy bien”, apunta Ibáñez. De hecho, Arroniz impartió una primera charla el mismo día en que se inauguró el centro y poco después impulsó la primera actividad asistida con Dana, unas colonias de una semana de duración en las que tomaron parte varios niños de entre siete y nueve años, la mayoría sin necesidades especiales. Trabajaron el compañerismo o la autonomía y a esa iniciativa siguieron después varios talleres donde ejercitaron la inteligencia emocional con dos grupos de niños, de dos a cinco y de seis a diez años.
“Llevamos medio año y queremos abarcar muchas cosas. Hay muchísimas combinaciones y formas de adaptar estas intervenciones a las necesidades de cada persona”, explica Álava. Varias asociaciones del tercer sector se han interesado ya por el trabajo que realiza Kuida de cara a establecer posibles colaboraciones en un futuro. “Nos gustaría trabajar con más niños con necesidades especiales para cumplir objetivos a más largo plazo, con intervenciones más específicas. Si en actividades tan cortas podemos hacer tanto, en un año podríamos hacer tantísimas cosas...”, vaticina la psicóloga. Las dos Danas y Coco juegan despreocupadamente en la sala y surge una pregunta lógica. ¿Hay razas mejores o peores para ayudar en estas labores terapéuticas? Responde Arroniz, que insiste en la importancia de garantizar, ante todo, el bienestar animal. “Es más importante el carácter del perro y su disposición al trabajo que otras cosas. Que les guste trabajar y que estén a gusto haciéndolo”, apunta la especialista.
Herramienta en auge. La presencia de animales en actividades y terapias asistidas constituye todavía una herramienta en auge en el ámbito más local, aunque distintos estudios han demostrado ya sus múltiples beneficios. En el caso de los perros, éstos son visibles en los planos físico, social, emocional o cognitivo, sólo por citar unos pocos, de quienes trabajan con ellos: Tanto personas con necesidades especiales como otras que necesariamente no las tienen. El centro Kuida de Gasteiz ha comenzado a incorporarlas.
Tres ámbitos. La intervención asistida con perros puede desarrollarse en tres ámbitos distintos: La actividad asistida -a través del juego y del ocio, sin objetivos terapéuticos-, la educación asistida -ayuda a niños con carencias a nivel educativo a mejorar sus habilidades- o la terapia asistida, una intervención más individualizada e integral, creada desde la necesidad concreta de cada usuario, que padece un trastorno concreto. En este caso, son procesos mucho más planificados y en los que la labor del animal acompaña al trabajo de un profesional de la salud.
La psicóloga de Kuida ahonda en las grandes posibilidades que tienen estas terapias si se adaptan a cada persona usuaria.
La educadora canina y guía en intervenciones especiales remarca que no hay razas mejores o peores en este ámbito.