Vitoria - Con apenas una treintena de habitantes censados, la pequeña localidad alavesa de Cárcamo tiene en la ermita de San Juan uno de sus grandes motivos de orgullo. Del siglo XIII, según la datación oficial de la Diputación Foral de Álava, la iglesia, de propiedad foral, es estos días objeto de una intervención por parte del servicio de patrimonio histórico de la institución alavesa, que el pasado mes de julio adjudicó a una empresa los trabajos de reparación de la cubierta del ábside.

El problema ha llegado cuando, al comenzar las intervenciones, los vecinos de Cárcamo se han topado con una sorpresa que, según denuncian a través de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, “va a destruir” una de las grandes señas de identidad de la ermita, el tejado de lastras, cuyas piedras del ábside están siendo sustituidas por tejado cerámico.

“Desde la Diputación nos dicen que va a quedar muy bien y muy bonito, pero esta ermita tiene un valor histórico tremendo entre otras cosas por su tejado de losa, que en otros pueblos y provincias se están preocupando de mantener y conservar, pero aquí han preferido que no”, censura José Ángel Celis, vecino de Cárcamo, en representación de un pueblo en el que “todos están en contra” de esta intervención, entre otros motivos porque ni siquiera habían detectado la necesidad de actuar en la cubierta de la ermita, donde aún se celebran misas.

“A nadie se le ocurriría ir al acueducto de Segovia y meterle un pilar de hormigón para ganar firmeza, sino que harían todo lo posible para buscar una alternativa que no destroce el conjunto. Aquí, en cambio, han hecho como con el Ecce Homo”, censura Celis en referencia a la famosa restauración del Cristo de Borja.

Vecinos y Diputación no sólo difieren drásticamente en las decisiones tomadas sobre la reparación, sino en los motivos que han llevado a utilizar materiales diferentes para la cubierta en unas obras que han estado paradas durante un tiempo. Consultadas por este periódico, fuentes oficiales del ejecutivo alavés subrayan que “durante la ejecución de las obras se observó que la cubierta de piedra del ábside se encontraba mal ejecutada”, pero los habitantes de Cárcamo apuntan a un error en los primeros compases de la ejecución de la actuación que provocó la rotura de las piedras de la cubierta. Sea como fuere, desde el departamento de Cultura recuerdan que “en los años 80 se realizó una intervención en la que se sustituyó el material original y se colocó una tela asfáltica bajo las lajas, que no se solaparon y se encontraban muchas de ellas rotas, por lo que, era necesario sustituir el material, que en ningún caso era el original”, con especial énfasis en el hecho de que las piedras no eran las originales de la época de la construcción de la ermita.

En el área foral de Cultura inciden en que la intervención de la iglesia se debe “a la existencia de piezas de piedra sueltas y desprendidas en el ábside y la existencia de tejas rotas en la nave principal”, y resaltan que han optado por colocar teja cerámica “para lograr un aspecto unitario y homogéneo en el conjunto de la ermita, al ser similar a la de la nave principal”.

Llegados a este punto, y con los operarios trabajando desde hace días en la cubierta de la ermita, los vecinos reclaman al menos que la Diputación reconsidere su postura y busque lastras de piedra similares a las que tenía la cubierta, algo que aseguran “no es tan complicado”, para que la ermita no pierda un valor estético y cultural “que es de todos los alaveses, no sólo de los habitantes de Cárcamo”. Además, en la localidad censuran la presencia de materiales como plomo y cobre en la intervención.

Desde el departamento de foral de Cultura mantienen, sin embargo, que apoyarán “los criterios técnicos que se nos trasladan” desde el servicio de Patrimonio histórico-arquitectónico, que “son los mejores en la búsqueda del objetivo que estamos seguros que todos perseguimos, vecinos o no, que es el mejor mantenimiento de nuestro patrimonio”.

Los vecinos de Cárcamo han trasladado a la Diputación su malestar con esta intervención.

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Ubicada en Valdegovía, la pequeña localidad de Cárcamo cuenta con 27 habitantes censados.