VITORIA - El temido arranque de las obras de recambio del gran colector para la zona sur de Gasteiz superó la primera jornada con los esperados colapsos de tráfico en las horas punta del mediodía y media tarde. No se produjo el madrugador atasco matinal, coincidiendo con la entrada a los colegios de Marianistas y Urkide, ante el indulto de Amvisa de empezar a las 9.30 horas el reparto de vallas, cierre de calles y modificaciones en el tráfico rodado de las vías afectadas. Será en la jornada de hoy cuando el tránsito por Ramón y Cajal, Portal de Castilla, Micaela Portilla, Avenida de Gasteiz y Madre Vedruna, entre otras, adquiera la verdadera dimensión que va tener durante los próximos doce meses, al menos que van a prolongarse en el tiempo los trabajos en el subsuelo vitoriano.
Los temores de los responsables municipales por las afecciones al tráfico que iban a suponer las obras se fueron cocinando a fuego lento a lo largo de la mañana hasta llegar al punto de ebullición cuando las manecillas del reloj rebasaron las 13.30 horas. Hasta entonces se vivieron unas tranquilas horas matinales nada acordes con la envergadura de la actuación. En la confluencia de la rotonda y la estación de servicio, junto al puente azul del final de la Avenida de Gasteiz, emergieron las vallas y presencia de patrullas de la Policía Local en tareas informativas. Caras de sorpresa entre los conductores de los vehículos empezaron a ser parte del decorado mañanero, ante la imposibilidad de acceder al último tramo de Portal de Castilla y tener que dibujar una nueva ruta en su desplazamiento. Mientras tanto, un nutrido ejército de operarios de la firma adjudicataria, junto a responsables de Amvisa, eligieron el cruce entre las calles Lascaray, Micaela Portilla y Castilla para comenzar las primeras actuaciones. Apagar semáforos, repartir conos, retirar los vehículos estacionados y pintar tramas amarillas sobre el asfalto fueron las tareas a desarrollar hasta pasadas las once de la mañana. Todo discurría entre síntomas de normalidad, más allá de pequeños embotellamientos en la rotonda junto al puente, la calle Elvira Zulueta. Al filo del mediodía empezó a palparse un incremento en la fluidez de la circulación con el corte de una arteria vital como Luis Heintz.
ratonera junto al hotel El cierre de esa calle añadió un punto más de lentitud en el tráfico y calles adyacentes como Madre Vedruna y la rotonda de Lovaina empezaron recibir un mayor flujo de vehículos, camionetas de reparto y autobuses de Tuvisa, como en de la línea de Mariturri. El primero de los picos de intensidad llegó con la salida de las aulas de los miles de estudiantes de Marianistas y Urkide, a las 13.00 horas. El mayor tránsito e tranvías y los ciclos semafóricos de Lovaina empezaron a alargar las hileras de vehículos por Madre Vedruna y el cruce de Adriano VI y la Avenida de Gasteiz.
Esto fue el preludio del colapso que durante cerca de dos horas se vivió también en el cruce entre Portal de Castilla, Lascaray y Micaela Portilla. En ese punto va a converger el tráfico, sobre todo de autobuses de Tuvisa que vienen de la calle Cadena y Eleta, con el resto de circulación que, a través de l cambio de sentido de Portal de Castilla, llegan a la altura del hotel de cuatro estrellas para sumarse a Micaela Portilla. Durante más de hora y media este punto regulado por semáforos fue el embudo por que tuvieron que pasar los sufridos conductores que quedaron atrapados en esa ratonera. Ese va a ser, sin duda, el punto negro de unos largos trabajos, que también vieron como por la tarde se repitió en momentos puntuales, con la salida de los centros escolares, esa saturación.
Por el contrario, las alternativas recomendadas por el Ayuntamiento, como Bulevar Sur o circunvalación aguantaron el exceso de tráfico sin sobresaltos.
Un colector de seis décadas. La pieza que ha desencadenado esta actuación es un colector de 60 años de antigüedad que hay que renovar para evitar que pueda reventar ante imprevistas acometidas de agua. Se trata de una tubería de 780 metros ubicada entre La Florida y Lovaina. La primera fase precisará reemplazar 310 metros en un tiempo previsto de cuatro meses. Llegará después otro tramo de 240 metros y otros cuatro meses y, por último los 230 metros para terminar en otoño de 2020.