lapuebla - Las fiestas de Lapuebla de Labarca se vieron interrumpidas el lunes por la tarde ante la violencia de la tormenta de agua y granizo que descargó sobre la localidad. La fuerte tromba de agua y piedra convirtió las calles del pueblo ribereño en arroyos desbocados que dejaron piedras y barro en numerosos lugares del casco urbano.

Por esa razón, la verbena se suspendió al quedar arrasado el escenario en la plaza del Ayuntamiento. Además, la Ertzaintza se vio obligada a cerrar el acceso al embarcadero de La Póveda y el Consistorio canceló la tradicional romería de las fiestas, trasladando la sartenada de ayer a la posada y colocando mesas y sillas en el Plano para aquellos que quisieron degustarla allí mismo en vez de sus casas. Los vecinos tuvieron que dedicar ayer parte de su jornada a retirar los efectos de esta tormenta en casas y calles.

Desde primeras horas de la mañana, los técnicos de la Casa del Vino de Laguardia, dirigidos por Antonio Remesal, realizaron una inspección por todo el territorio y comprobaron que, efectivamente, Lapuebla de Labarca había sido el término más afectado. Según el informe oficial del servicio de Viticultura y Enología de la Diputación de Álava, al atardecer del 26 de agosto, una fuerte tormenta acompañada de lluvia y viento descargó de forma desigual en Rioja Alavesa. A priori, la alta intensidad de las precipitaciones, que por momentos y en algunos puntos fueron de granizo, hizo temer lo peor en un momento en el que la viña se encuentra iniciando el periodo de maduración.

Realizada la primera evaluación de daños, las localidades más afectadas son Lapuebla, que por la poca extensión del término municipal ha sufrido daños de alguna magnitud en todo su territorio, y Lanciego en los alrededores del casco urbano. Otros municipios han sufrido daños de menor entidad, concretamente Laguardia y Elciego, en el área más próxima al Ebro, fundamentalmente. En el resto de Rioja Alavesa, la tormenta ha dejado una lluvia de diferente intensidad: más en la zona oriental y apenas perceptible en los alrededores de Labastida.

En Lapuebla y Lanciego, la tormenta descargó unos 30-35 litros en apenas una hora. El granizo y el viento rompieron hojas y alguna baya, quedando anegadas muchas fincas. Otras sufrieron arrastres grandes de tierra. Dado que los racimos tienen en este momento el hollejo de gran consistencia, sin apenas azúcar en el mosto y la dirección de la tormenta que venía de oeste a este, siendo la cara del poniente la parte de la cepa en la que se tiende a dejar más hojas que actuaron de pantalla a los racimos, los daños parecen de menor gravedad de la esperada para unas precipitaciones tan intensas.

Con esta situación, los especialistas de la Casa del Vino de Laguardia consideran, en principio, que la tormenta afectará a la cosecha de manera limitada en Rioja Alavesa, lo mismo en cantidad que calidad, aunque pueden encontrarse focos concretos con una afección más importante. Habrá que esperar, no obstante, a ver la evolución de la planta, ya que de momento los impactos que se aprecian en el racimo son sólo los de los granos y hojas. Las temperaturas de los próximos días y que estos episodios se repitan o no serán determinantes para la culminación de una cosecha que, si no ocurren accidentes meteorológicos como el del lunes, será una de las de mayor calidad de los últimos años. En el momento que el terreno lo permita, los viticultores en las viñas más afectadas llevarán a cabo tratamientos para facilitar la cicatrización de las heridas en bayas y como método preventivo contra una posible infección de botrytis.