Por vez primera se está realizando un muestreo completo del río Ebro para conocer con exactitud el impacto de las especies invasoras, moluscos concretamente, en el cauce de este río, que atraviesa varias comunidades y que se ha convertido, a causa de la irresponsabilidad de algunos y de los accidentes de otros, en un coladero de especies no autóctonas que causan un gran daño.

Un equipo contratado por la Confederación Hidrográfica del Ebro, la empresa Paleoymás, es la encargada de realizar este muestreo por toda la cuenca. Su responsable, Cristóbal Rubio, comenta que tras los análisis realizados al pie de la presa del embalse de Sobrón puede dar la buena noticia de no haber encontrado ningún ejemplar de la almeja asiática ni del caracol manzana. “Pero eso no quiere decir que no puedan llegar. Es sólo cuestión de tiempo”, afirma.

Este especialista, que lleva varios años colaborando con la Confederación Hidrográfica del Ebro, destaca el impresionante impacto que se puede apreciar en todo el embalse y cauce del río con el mejillón cebra, una muestra de lo invasora que puede ser una especie, y añade que en los muestreos que han realizado en tierras aragonesas han comprobado que el río está plagado de almeja asiática, dando el dato de que han encontrado puntos en esa otra comunidad con 30.000 individuos por metros cuadrado. “Eso da una idea de la rápida reproducción y de las posibilidades de que siga yendo por el Ebro hasta contaminarlo, al igual que el mejillón cebra”, incide.

A última hora de la tarde de ayer los especialistas se iban a sumergir en la cola del pantano de Sobrón para analizar ese lugar y hoy estarán, entre otros lugares, en las zonas ribereñas a la altura de Logroño, donde el mejillón cebra llega a colapsar las tomas de agua de los regadíos.

La Confederación Hidrográfica del Ebro destaca que está siendo un año de muchas novedades en la lucha contra las especies invasoras. De hecho, es la primera vez que se lleva a cabo de una forma tan minuciosa, ya que a las actuaciones dirigidas a evitar la propagación del mejillón cebra, del caracol manzana y ahora, de la almeja asiática, se une el desarrollo e implantación de nuevas herramientas de trabajo, como son los sistemas de monitorización en continuo.

Para lograrlo se ha previsto la instalación de un nuevo equipo de monitorización en continuo para detección de larvas de mejillón cebra en el embalse de Yesa (que se une a la instalada en 2017 en el embalse del Ebro), que va a permitir determinar con mayor precisión la presencia o no de esta especie invasora en esta masa de agua calificada para la navegación como “Tipo P” o protegido.

En cuanto a los novedosos muestreos de almeja asiática se han hecho coincidir con una situación de caudales bajos en el eje del Ebro, condición favorable para poder realizar las revisiones en el lecho del río, con el objetivo de comprobar el alcance de la presencia de esta especie. Los trabajos se desarrollarán desde el embalse del Ebro (Cantabria) hasta el Puente del Estado de Tortosa (Tarragona), atravesando las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.

Se han delimitado veinte estaciones de muestreo a lo largo de toda la cuenca y en cada lugar se marca con recuadros de un metro cuadrado el lecho del río, para tomar datos de parámetros físico-químicos y muestras de sedimento que permitan la detección de individuos de esta especie, si está presente.

La almeja asiática, al igual que el mejillón cebra, está incluida en el catálogo español de especies exóticas invasoras. Ambas causan problemas similares ya que debido al rápido crecimiento de sus poblaciones ponen en peligro a especies autóctonas de agua dulce (por la competencia que ejercen sobre ellas) y al ecosistema, en general, además de generar obstrucciones en conductos y otros equipos de las redes hidráulicas.

contratiempos Recientemente, la confederación ha comenzado las prospecciones de caracol manzana, especie invasora que tiene su foco de afección aguas abajo de Tortosa (Tarragona), en zona de dominio marítimo terrestre (y por tanto, fuera de su ámbito competencial), como medida preventiva para reducir el riesgo de introducción en el dominio público hidráulico. Estos trabajos incluyen revisiones semanales en todo el tramo Miravet-Tortosa para comprobar si se han reproducido los focos de años anteriores o aparecen nuevos, limpiezas de vegetación y por último, la retirada de ejemplares y puestas si se encuentran. También se realizará un conteo de ejemplares de cangrejo azul (callinectes sapidus) en este mismo tramo, especie invasora que fue detectada por primera vez en el río Ebro el año pasado y que ya se comercializa en varios restaurantes en la zona de la desembocadura del Ebro en Cataluña. El organismo de cuenca explica en su página web que entre los vectores de dispersión de esta especie invasora se encuentra la navegación recreativa, la pesca deportiva desde embarcación, los trasvases de agua a pequeña y gran escala y cualquier actividad que implique movimiento de aguas de una masa a otra. Al ser el organismo de cuenca quien gestiona y regula las declaraciones responsables para la navegación y flotación y ser esta navegación un posible vector de dispersión de la plaga, la CHE inició en 2001 una línea de trabajo contra la expansión del mejillón cebra y un grupo de trabajo a nivel nacional.

Para dar una idea del impacto que provoca el mejillón cebra hay una primera afección que altera los hábitats de las especies autóctonas y compite con ellas por el alimento. Sumado a estos impactos ecológicos están las repercusiones económicas que desencadena la instalación del mejillón cebra en cualquier tubería que capte agua de ríos o embalses. La obturación completa de los sistemas obliga a gastar ingentes cantidades de dinero en el acondicionamiento del sistema y la lucha contra la especie.