Zambrana - Los alcaldes de Berantevilla, Peñacerrada y Zambrana han mostrado su malestar a DNA porque con la llegada del verano se encuentran con el problema de que en las vacaciones de los médicos no se contempla por parte de Osakidetza sustitutos y son los vecinos, los pacientes -señala el alcalde de Berantevilla, Mario Perea- “los que se ven perjudicados, ya que tienen que buscar la asistencia en Labastida o en Ribabellosa”.

Los tres ayuntamientos citados, junto con Ribabellosa, conforman una zona común de asistencia con un total de cuatro médicos, uno por cada municipio, que atienden a la población los cinco días de la semana, de ocho de la mañana a tres de la tarde, apoyados dos o tres días a la semana por una enfermera o enfermero. De esos pueblos, Ribabellosa tiene un médico fijo garantizado. Es decir, en el caso de baja o vacaciones, Osakidetza envía un sustituto, según destacan los otros alcaldes, por lo que los enfermos tienen siempre la asistencia que necesitan. Sin embargo, según cuentan los máximos responsables de las otras tres localidades, los tres médicos restantes atienden cada uno un pueblo, pero si uno de ellos está de baja o decide disfrutar de sus vacaciones, no se busca sustituto sino que se deja que los otros dos médicos se organicen para atender los tres pueblos.

“Lo malo -según las mismas fuentes- es que en esta ocasión han sido dos los médicos que han solicitado disfrutar de sus vacaciones, por lo que sólo ha quedado un médico para atender Berantevilla, Peñacerrada y Zambrana. Tanto Mario Perea, alcalde de la primera, como Juan José Betolaza, de Peñacerrada, y Aitor Abecia, de Zambrana, explican que la única solución que les dan es que los enfermos se desplacen a Labastida, donde hay atención médica permanente, o al facultativo de Ribabellosa.

Para ellos, la medida es “inaceptable” porque en la mayoría de los casos se trata de personas mayores o sin modo de desplazamiento. Y recuerdan el caso de un vecino de Peñacerrada que no logró sobrevivir a un infarto porque la ayuda tardó más de media hora en llegar. - Pablo José Pérez