Vitoria - El suicidio es la primera causa de muerte no natural entre la población, muy por encima de los accidentes de tráfico. En el territorio alavés, según los datos publicados ayer por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, se produce un suicidio cada 17 días, sin contar las personas que lo intentan, pero no llegan a consumarlo. Este mismo viernes se celebra en el palacio Villa Suso un seminario, impartido por Asafes, que bajo el título Rompiendo el tabú del suicidio reunirá a diferentes expertos para ahondar en una realidad que sigue estando silenciada e invisibilizada.

Al menos así ha sido hasta ahora, pues ayer mismo el departamento vasco de Salud dio a conocer la que define como la “primera estrategia integral” para tratar de reducir el número de suicidios en Euskadi. El plan incluye 57 medidas desarrolladas para trabajar en la prevención y, según explicó ayer en Vitoria la consejera de Salud, Nekane Murga, “derrumbar los estigmas y tabúes” que sobrevuelan esta realidad. Distribuida en nueve áreas, la estrategia que Osakidetza pondrá en marcha apunta directamente a diversos colectivos en situación de vulnerabilidad mejorando la detección de las conductas suicidas en la población infantil y adolescente; los casos de violencia machista; los ancianos y personas con enfermedades crónicas, terminales, y con discapacidad, dependencia o soledad; los presos, las personas sin hogar y las que sufren discriminación por su orientación sexual o por su identidad de género. Para guiar y supervisar la puesta en marcha de esta nueva estrategia, Osakidetza creará una comisión específica de coordinación y seguimiento del plan en Euskadi, así como un área específicamente relacionada con el suicidio dentro del observatorio de salud de Euskadi. Su labor será “implementar un sistema de información sobre conducta suicida, hacer vigilancia epidemiológica, emitir informes de situación y recomendaciones de actuación y coordinar la labor investigadora”, señaló ayer Murga.

Osakidetza quiere instaurar también un registro de suicidios que recoja “información relevante no disponible en la actualidad” y un registro de tentativas, “con información fiable sobre conducta suicida atendida en los servicios de salud” para, señalan, “guiar la toma de decisiones y la planificación sanitaria”. El departamento de Salud realizará también “autopsias psicológicas” para identificar perfiles en los casos de suicidios consumados. Entre las actuaciones que forman parte de este plan integral se incluye la elaboración de un mapa de suicidios, con el que Osakidetza busca conocer el perfil de los métodos más empleados y las zonas de alto riesgo -que el área de Salud denomina hotspots- más utilizadas por las personas que se quitan la vida en el País Vasco. Instalar barreras y otros elementos disuasorios, reforzar el control sobre otros medios potencialmente letales, como los fármacos, las armas de fuego, los pesticidas y tóxicos legales, etc. e incidir en el fomento de medidas para reducir el consumo de alcohol figuran asimismo entre las prioridades.

En lo que a las emergencias y primeras intervenciones ante un intento de suicidio, Osakidetza instaurará un protocolo de actuación integrado para profesionales de primera intervención de distintos ámbitos en crisis suicidas, e incorporará la perspectiva de la prevención del suicidio en herramientas como los teléfonos de ayuda a la infancia y adolescencia, la atención a mujeres víctimas de violencia machista y el Teléfono de la esperanza.

En el ámbito de la educación, el plan integral pretende aumentar la importancia que se otorga a la formación e identificación del riesgo de suicidio en los alumnos y profesores, así como en los servicios sociales, además de los entornos laborales y familiares. Y con el objetivo de avanzar hacia la detección precoz de las conductas de riesgo suicida “para actuar con celeridad y de forma coordinada”, Osakidetza desarrollará igualmente campañas periódicas de sensibilización ciudadana y elaborará un portal web de información, orientación y apoyo en torno a la prevención de la conducta suicida, con especial atención a las redes sociales. También editará una guía de orientación para los medios de comunicación.

respuesta rápida Por su parte, en lo que a la atención al paciente se refiere, Osakidetza creará un código de riesgo suicida integrado en la historia clínica electrónica, que posibilitará una mejor identificación y un seguimiento más estrecho del paciente de riesgo dentro del sistema sanitario, “independientemente del nivel asistencial donde ese paciente requiera ser tratado en cada momento”. Este código tendrá aplicaciones y desarrollos específicos en la atención primaria, con recordatorios y herramientas de evaluación de riesgo; en la red de salud mental, con un plan de cuidados para el riesgo de suicidio y la incorporación de la familia en el proceso de atención; en la atención hospitalaria y en farmacia comunitaria.

Además, el departamento vasco de Salud anunció ayer que incorporará el suicidio como una nueva línea de acción de la denominada “estrategia de seguridad del paciente de Osakidetza”, incluyendo su prevención como “un componente de la seguridad a aplicar de forma transversal en todo el sistema sanitario”.

Por último, en cuanto a las personas que intentan suicidarse pero no llegan a consumarlo, se activará un protocolo para dar “una primera respuesta rápida” a estas personas, incluyendo profesionales, y derivar los casos que lo requieran a otros recursos de ayuda. Osakidetza apoyará también a las asociaciones de supervivientes e incorporará en el sistema sanitario “las prestaciones asistenciales relacionadas con la atención a supervivientes”.

Medidas. Entre las acciones que se desarrollarán se incluyen, entre otras, la elaboración de un mapa de suicidios que permita conocer el perfil de los métodos más empleados y las zonas de alto riesgo de Euskadi; o instaurar un registro de suicidios que recoja información relevante no disponible en la actualidad, así como otro de tentativas, con información fiable sobre conducta suicida atendida en los servicios de salud.

La consejera de Salud presentó ayer en Vitoria el plan, en el que han participado profesionales de diferentes áreas tanto del Gobierno Vasco como de otras instituciones vascas.

57

La denominada “estrategia de prevención del suicidio” contempla un total de 57 medidas.