Laguardia - La segunda jornada del II Congreso nacional de barrios históricos de bodegas, celebrada ayer en San Asensio, puso en valor esos antiguos núcleos que en muchos casos mantienen su pujanza económica relacionada con la elaboración y comercialización, pero han añadido valores turísticos importantes.

Las ponencias de la última jornada de este congreso, que se inauguró el jueves, se centraron en la casuística de los barrios de diferentes regiones vitivinícolas. De este modo, Leandro Sánchez, arqueólogo de Qark Arqueología, y Nuria Serrador, de Bodegas Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre, de Laguardia, hablaron en representación de Rioja Alavesa; Juan Manuel Casares, presidente de la DO Ribeiro, explicó la realidad de esta comarca gallega, mientras que Valentín Rincón, presidente de la asociación de bodegas y cuevas de Dueñas, disertó sobre la realidad del barrio de bodegas de esta localidad palentina y Eva Pargas, investigadora de la Universidad da Coruña, expuso las características del fenómeno de los guachinches tinerfeños.

Para Leandro Sánchez, antes de intervenir sobre una bodega histórica, “hay que hacer acopio de una documentación rigurosa tanto descriptiva como analítica”. Como ejemplo, el estudio realizado en el barrio de Matarredo en el municipio de Samaniego. Gracias a esta investigación se ha documentado que el barrio nació a principio del siglo XVIII y alcanzó su mayor grado de desarrollo en el XIX. En la actualidad, esta empresa alavesa, junto al Ayuntamiento de Elciego, están realizando un estudio similar sobre los calados de esa villa medieval.

Nuria Serrador expuso la experiencia de su bodega familiar de Laguardia, cuando decidió abrir al público e integrarse en la naciente corriente del enoturismo. Las bodegas Carlos San Pedro Pérez de Viñaspre tuvieron que adaptar la tipología de las visitas a sus características. El resultado ha sido que en estos momentos “nuestra principal fuente de ingresos son las visitas y las ventas en la misma bodega”. Asimismo, han observado un alto grado de fidelidad entre los visitantes. Nuria Serrador, en concreto, defiende que es compatible “la visita a una bodega tradicional con visitar unas grandes bodegas”.

Tras ellos intervinieron Juan Manuel Casares, presidente de la DO Ribeiro quien describió que el vino de Ribeiro fue el primer vino en lograr la internacionalización (se comercializó a través del Camino de Santiago, aprovechando la cercanía al mar, y viajó con Colón hasta América). La producción de Ribeiro estuvo muy ligada a los monasterios y ya en 1579 unas ordenanzas del Ayuntamiento de Ribadabia están consideradas el antecedente directo de los reglamentos de los consejos reguladores de las DO.

Por su parte, en la localidad de Dueñas funciona la asociación de bodegas y cuevas (cuevas vivienda empleadas antaño por los jornaleros del sector), cuyo presidente, Valentín Rincón, explicó que “ha iniciado un camino para defender su patrimonio, para promoverlo como recurso turístico capaz de crear un retorno económico favorable para la localidad”. En Dueñas existen 178 bodegas y 94 cuevas.

Finalmente se habló de los guachinches (centros de comercialización de vinos de producción propia en el norte de Tenerife). Eva Parga, investigadora del grupo de estudios territoriales del departamento de Sociología y Ciencias de la Comunicación de la Universidad da Coruña fue la encargada de explicar que en esos lugares se sirve, tradicionalmente, el excedente de la propia cosecha, y se presenta en jarras, sin etiquetado, ni embotellado. Y, pese a todo, es el territorio de todo el Estado donde se vende el vino a un precio más alto.

Segunda jornada. La segunda jornada del II Congreso nacional de barrios históricos de bodegas se centró en la descripción, influencia económica, historia y relación con la cultura del vino de distintas zonas españolas con barrios de bodegas.