VITORIA. El sindicato LAB ha denunciado este lunes tres casos de discriminación laboral contra mujeres en Vitoria, dos de ellos por acoso sexual, y ha alertado de la invisibilidad de este tipo de situaciones "por el miedo a denunciar" y la "complicidad de las empresas" al crear un entorno "hostil".
La responsable de la Secretaría Feminista de LAB, Eli Etxeberria; la abogada del sindicato, Lorea Porre,; y la sindicalista Iraia Onaindia han explicado en rueda de prensa estos tres casos (el tercero es un despido a una trabajadora embarazada) y han advertido que responderán a estas actuaciones tanto con actuaciones judiciales como con la acción sindical.
"Las situaciones de discriminación y violencia contra las mujeres en el entorno laboral se dan todos los días, pero es algo que no se dice ni se denuncia", ha lamentado Etxeberria, que ha recordado que los tres casos denunciados "no son los primeros ni serán los últimos que se den", ya que "atreverse a denunciar no es fácil" por el miedo a perder el empleo, además del "cuestionamiento" de las denuncias.
Por eso el sindicato ha querido sacar a la luz el despido de la trabajadora de un hotel, con siete años en el puesto, "dos semanas después de comunicar" su embarazo, y los casos de acoso sexual sufridos por dos trabajadoras, una de ellas de una subcontrata de la Diputación alavesa, sin que sus empresas hayan tomado medidas.
En el primero de estos casos de acoso, Onaindia ha denunciado que pese a existir una sentencia y orden de alejamiento contra el trabajador denunciado "la empresa no ha tomado medidas para que esto no vuelva a suceder"; mientras que en el segundo caso el acoso lo hicieron "varios compañeros" con la "complicidad" de la dirección.
"La impunidad de los agresores en el ámbito laboral se da más a menudo de lo que quisiéramos creer porque están protegidos por las empresas", ha asegurado Etxeberria antes de reprochar la "falta de protocolos contra el acoso laboral" en el tejido empresarial alavés e incluso en instituciones como la Diputación.
Además, la sindicalista ha apuntado también a la ausencia de "medidas de conciliación reales" en las empresas y ha puesto como ejemplo el despido de la mujer embarazada, que llevó al hotel a juicio y está a la espera de la resolución de los tribunales.