labastida - El entorno del Toloño, tanto en lo que respecta al territorio de Labastida como al de Peñacerrada, cuenta ya con un documento, elaborado a través del consenso y la participación de vecinos e instituciones, para desarrollar el territorio con criterios de sostenibilidad, corregir errores del pasado y actuar, cuando sea preciso, en base a un modelo establecido.
Y esto ha sido posible gracias a la voluntad de las dos corporaciones municipales, que encabezan Laura Pérez Borinaga, por parte de Labastida, y Juan José Betolaza, desde Peñacerrada, que llevan desde noviembre del año 2017 trabajando para poder desarrollar proyectos de protección del Toloño y de sus entornos. De esta manera, tras numerosas reuniones de las dos corporaciones, de encuentros con los vecinos y con expertos, acaba de nacer el Plan de Acción del Paisaje. “Lo que hace es marcarnos unas directrices para guiarnos en el crecimiento, tanto cultural, como de ordenación de las viviendas, de las huertas? Del entorno en general para intentar preservar algo que nosotros consideramos que es nuestro: el Toloño. Lo que intenta este plan no es actuar sobre el propio monte, o el monasterio, sino en las inmediaciones, las vías de acceso, el cómo queremos ver desde nuestros pueblos la figura que tenemos cada uno del Toloño, que es totalmente diferente si la miramos desde Peñacerrada, que es la zona norte, a la de Labastida, que se corresponde más con la zona sur de la cordillera”, explica Betolaza.
Siendo diferentes, había un lugar de encuentro. “Por suerte, el Toloño nos une a los dos municipios. La cima, donde está el monasterio, pertenece la mitad a cada ayuntamiento. Ese es un punto de unión para las dos corporaciones y una razón para tirar de este proyecto hacia adelante”, cuenta Laura Pérez.
En lo que los dos coinciden es que en municipios “como los nuestros, para sacar adelante proyectos, lo que hay que hacer es sumar: sumar con la ciudadanía, sumar con los compañeros concejales de otras formaciones políticas y hasta sumar dos cuadrillas distintas. Son vertientes diferentes en cultivos, en tipo de vegetación, en clima?Y eso es lo que podía hacer más atractivo el que trabajando juntos y sacando este plan se viera que al final el patrimonio cultural y cultural es común, aunque pertenezca a dos municipios distintos”.
doble novedad La iniciativa es novedosa por partida doble. En primer lugar, porque en torno al Toloño no se había hecho un Plan de Acción del Paisaje, y, por otra, por la novedad de la colaboración de dos instituciones locales para defender algo común. Primero “lo hicimos involucrando a la Diputación para consolidar las ruinas del monasterio y luego hemos arreglado, cada ayuntamiento, el nevero que nos pertenece en lo alto del monte gracias a las subvenciones para el arreglo de elementos menores”. Ahora ha sido el Plan de Acción del Paisaje el que les vuelve a unir, con la colaboración de la Cátedra de la Unesco de Patrimonio Histórico y Cultural de la Universidad del País Vasco y del propio Gobierno Vasco.
La razón que justifica su elaboración es que faltaban directrices en torno a Toloño. Una vez que hecha esa primera labor urgente de consolidar las ruinas del monasterio, sobre todo por motivos de seguridad, y después conservar las dos neveras, vieron que faltaba un documento de directrices no sólo sobre la cima y sus restos arqueológicos, sino también sobre el entorno. Y es que ambas poblaciones viven a la sombra del monte: en Labastida protegiendo y creando un microclima que ampara y desarrolla los viñedos y, en el lado de Peñacerrada, manteniendo unas buenas condiciones para el ganado.
Pero hay muchos más elementos comunes a preservar. Entre ellos los accesos, porque desde Rioja Alavesa se llega por San Ginés, pero desde Peñacerrada se realiza por Rivas, primero por carretera y luego por una senda. Por eso nace el plan, que cuenta con acciones generales y otras específicas de cada municipio emanadas de los encuentros celebrados para recoger ideas de los vecinos.
planes de acción El programa general se estructura en torno a seis planes de acción, comenzando por el de gestión medioambiental, donde se propone la creación de corredores ecológicos apoyados en los arroyos y fomentar el uso de muros de mampostería o la implantación de vegetación en las lindes.
En cuanto a la gestión del patrimonio cultural, el Plan propone en primer lugar identificarlo y, a partir de ahí, reordenar las instalaciones del museo etnográfico de Peñacerrada; poner en valor el molino de Payueta, así como los recursos culturales de la senda del Machimbrado; recuperar y poner en valor el Camino de los Monjes; fomentar la memoria del paisaje de eras y terrazas agrícolas, señalizarlo, y llevar a cabo acciones para mantener las huertas, incluso creando huertos populares.
Las mejoras paisajísticas proponen actuaciones como controlar la presencia de pequeñas construcciones agrícolas, realizadas muchas veces sin permisos ni licencias, homogenizar los límites de las parcelas para mejorar su vista en el entorno periurbano; soterrar las líneas eléctricas y de telefonía en el exterior del casco urbano de Labastida o evitar la ocupación de suelos con alto valor paisajístico.
El plan también propone buscar una ubicación alternativa o integrar los grandes volúmenes de los nuevos pabellones agrícolas de Peñacerrada, así como mejorar la vista de las edificaciones del frente oeste de esa localidad y las laderas de la misma zona. En cuanto a Labastida, se propone eliminar las edificaciones inacabadas en el frente sureste y que dan una pésima bienvenida a quienes llegan a esa localidad y ven destacados los esqueletos de unas viviendas inacabadas desde tiempo inmemorial, así como integrar paisajísticamente el área recreativa de San Ginés.
Respecto a los accesos al Toloño, se proponen mejoras de conectividad blanda acondicionando una ruta peatonal por el Machimbrado, otra ciclable por San Ginés y una tercera peatonal desde el paseo de ronda de Peñacerrada.
La promoción y difusión de los valores de esos entornos también se reflejan con acciones para potenciar la cultura del vino de Labastida como un recurso paisajístico; del ámbar como valor de Peñacerrada; las huertas como elemento cultural y proveedor de ocio sostenible; el impulso a las veredas de Peñacerrada y promocionar el desarrollo medieval de esa localidad.
Por último, se han previsto dos acciones en cuanto a la mejora de la gobernabilidad. Una para promover esa gobernabilidad del Plan de Acción del Paisaje y otra para promover la escala territorial.