Vitoria. El delegado del Gobierno en el País Vasco, Jesús Loza, ha reconocido este martes que será "complicado" que se cumpla con esa fecha, aunque la voluntad del Ministerio de Fomento es "avanzar" en la construcción de la "Y" ferroviaria y su conexión con el resto del trazado.

Preguntada por este asunto en la rueda de prensa celebrada tras al Consejo de Gobierno, la consejera ha reconocido que cumplir con la fecha de 2023 implicaba tanto un compromiso presupuestario como "diligencia" a la hora de tramitar y sacar adelante los distintos proyectos de la infraestructura.

Si ahora se pone en duda que el TAV vaya a llegar a Euskadi en 2023, ha argumentado, se pone en cuestión bien que el Gobierno central vaya aportar el dinero suficiente o bien que vaya actuar con la rigurosidad necesaria.

Tapia ha explicado que la obra civil de la "Y" (túneles, puentes y otras infraestructuras) va a buen ritmo y se está terminando, por lo que es normal que disminuya el dinero presupuestado en este apartado.

Pero ha argumentado que las partidas que desaparecen en este apartado deberían destinarse ahora a la "superestructura", es decir, el acondicionamiento del trazado para que pueden circular trenes, que incluye la electrificación, la automatización y la parte metálica de las vías.

La consejera ha recalcado además que al tratarse de un proyecto de gran envergadura no solo interesa la cantidad consignada para este año, sino también los compromisos presupuestarios para los próximos ejercicios.

Tapia ha recordado por otra parte que este jueves se reunirá la sociedad formada por los gobiernos central y vasco, la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria para aprobar formalmente en acuerdo sobre la entrada soterrada del TAV en la capital alavesa.

Sobre las inversiones que el PGE contempla en Euskadi, portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, ha reconocido no tener aún "una visión de conjunto" porque aún está analizando los PGE.

Ha confiado no obstante en que "sea cual sea el proyecto" se puedan incorporar enmiendas en el trámite parlamentario para garantizar financiación a proyectos que datan de años anteriores y que no haya ninguna "reducción drástica".