artziniega - Desde que ayer saltó a la luz el cierre del museo etnográfico de Artziniega por falta de financiación para hacer frente al pago de sus guías, las reacciones se han ido sucediendo sin cesar. De hecho, mientras la asociación etnográfica Artea, gestora y creadora del espacio hace cuatro décadas, atendía a los vecinos y medios de comunicación que acudieron a la reunión convocada al mediodía para dar cuenta de la situación, los partidos políticos fueron dando a conocer su postura.
La más madrugadora fue la del parlamentario de EH Bildu Josu Estarrona, que responsabiliza de dejar morir a este “referente del campo de la etnografía” a la política cultural de las instituciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa que, “cegadas por el efecto Guggenheim, dan total prioridad a ese modelo y desprecian la cultura popular y cercana”, subrayó. Asimismo, confesaba que la noticia del cierre no le había pillado por sorpresa: “conocíamos bien sus problemas y por eso ya la pasada semana registramos una proposición no de ley en el Parlamento para reconducir la situación”, informó. De hecho, EH Bildu ha tomado la iniciativa para que el Gobierno Vasco, junto con el Ayuntamiento de Artziniega y la Diputación de Álava garantice la supervivencia de Artziniega museoa. La propuesta presentada pide a Lakua que dedique este año 40.000 euros a financiar su actividad museística y que asegure vías estables de financiación en colaboración con las instituciones foral y municipal afectadas.
Red de museos etnográficos Para respaldar su propuesta, el parlamentario de EH Bildu recordó que el pasado mes de junio todos los grupos de la Cámara ensalzaron el valor y la trayectoria del museo de Artziniega. Más aún, acordaron crear una red de museos etnográficos y pidieron al Gobierno Vasco que reforzara la cooperación con ayuntamientos y diputaciones para garantizar la financiación pública necesaria.
Por su parte, el PNV de Artziniega, al frente del equipo de gobierno del Ayuntamiento, también ha querido hacer pública su opinión en torno al cierre del edificio público que alberga el museo. Un hecho que considera “una decisión unilateral tomada por la asociación etnográfica Artea, que no es la medida más apropiada para afrontar un problema que se dilata en el tiempo”, opina. A renglón seguido, recuerda el Ayuntamiento que Artea es la única gestora del espacio y, como tal, “de ella depende la contratación de la empresa que se encarga del servicio de guías y suya es la responsabilidad de la administración del museo”. Un extremo que la asociación nunca ha negado. De hecho, ha sido el motivo que les ha llevado a no arriesgarse a renovar el contrato con la empresa Artadi, cifrado para 2019 en 78.000 euros.
El equipo de gobierno municipal recuerda que ha realizado varias propuestas para dar una solución viable y legal a esta situación, como que el Ayuntamiento gestione el museo para lo que sería necesaria la cesión de piezas o constituir una fundación entre el Ayuntamiento y la asociación gestora”. Sin embargo, Artea no está dispuesta a ceder este patrimonio. No obstante, los jeltzales confían en una negociación entre Ayuntamiento y Artea. - A. Oiarzabal