vitoria - La familia de Borja Lázaro, el joven vitoriano desaparecido en Colombia, quiere que su caso no se olvide y se mantenga abierta una investigación en la que cinco años después de que fuera visto por última vez no hay nada nuevo, ninguna pista ni indicio que seguir.
El próximo martes, día 8, se cumplirán cinco años de la desaparición de este ingeniero informático y aficionado a la fotografía en la región de La Guajira mientras estaba alojado en una posada en la localidad costera de Cabo de la Vela para hacer un reportaje fotográfico en la zona. Lázaro fue visto por última vez en la noche del 7 al 8 de enero de 2014 por dos turistas alemanes, dos chilenas y unos colombianos con los que esa noche estuvo tomando unas copas. Sus pertenencias, incluidas sus cámaras de fotos y su documentación, se encontraron en el hostal.
En un primer momento, la Policía colombiana planteó tres hipótesis: un secuestro, que se ahogara en el mar o que se introdujera desorientado en interior de esta península semidesértica del norte de Colombia. Cinco años después, su hermano explica que las autoridades colombianas les han trasmitido que el caso sigue abierto y que están interesados en él, pero el problema reside en que “no hay nada nuevo, ninguna pista ni indicio” que seguir. “Estamos como al principio”, resume Sergio Lázaro. Sin embargo, insiste en reclamar que este caso no se olvide y en pedir al Ministerio de Exteriores que trabaje por mantener el interés por esta desaparición en Colombia.
En este sentido, recuerda que el pasado año, un grupo de policías españoles expertos en desapariciones viajó a Colombia y que estuvieron en la zona alrededor de un mes. A su vuelta se reunieron con ellos en Madrid. “No consiguieron nada nuevo”, describe Sergio Lázaro. El martes por la tarde habrá una concentración en Vitoria para visibilizar esta desaparición y reclamar que no se olvide el caso. - Efe