Moreda - Tal y como habían anticipado tanto el presidente de la asociación de la aceituna y del olivo de Rioja Alavesa, Gorka Mauleón, como el responsable técnico, Alberto Alecha, la cosecha de aceitunas y el aceite de oliva virgen que se ha elaborado con ellas ha sido abundante y de muy buena calidad. Gracias a que el vareado u ordeño de los olivos se ha podido realizar en el momento más adecuado, según los tipos de aceite que se querían elaborar, las cifras finales han superado los resultados del año anterior, aunque sigue siendo una tarea complicada evaluar la totalidad real de las olivas recogidas.

En cualquier caso, las cifras oficiales las daba el presidente tras conocer los resultados de cada uno de los trujales de la comarca, aunque uno de ellos, la cooperativa de Oion, no ha molturado este año y sus cooperativistas lo han hecho en Viana y otros pueblos, y esta campaña se ha sumado un nuevo trujal en Lantziego, que ha superado las expectativas previstas.

En Moreda, donde está el trujal La Equidad, la producción ha llegado a los 201.000 kilos frente a los 150.000 del año pasado. De ellos, 6.000 se han destinado a la elaboración de aceite de oliva virgen con sellos Ecológico y Euskolabel. Al amparo del label se han molturado 25.000 kilos. Y para autoconsumo, gran parte para venta directa: 170.000 kilos. El trujal La Equidad fue constituido en 1948 porque los cinco que había en la zona se habían quedado desfasados. En 2002 se reformaron sus instalaciones, pero se ha mantenido la maquinaria antigua para las visitas turísticas. Elabora aceite de oliva virgen extra para autoconsumo, con label de calidad, ekolabel y ecológico.

En Oion se encuentra el trujal Almazara Oion. Es de carácter privado y está gestionado por el matrimonio Félix García y Mari Cruz Arce. Lleva acumuladas 17 campañas, aunque la familia García Arce cuentan con 40 años de experiencia. Elaboran aceite de oliva virgen extra con euskolabel y sin él diferenciando los procesos y las procedencias de las olivas. También molturan muchas olivas procedentes de La Rioja y parte de Navarra, ya que, aunque conservan los procedimientos artesanales, su maquinaria es muy potente tras las últimas inversiones realizadas. Según los datos facilitados por Mauleón, el trujal cooperativo ha prensado 59.000 kilos de olivas amparadas, 10.000 más que la campaña anterior, a los que se suman otras importantes cantidades de autoconsumo y de otras localidades.

Por su parte, en la cooperativa de Oion ya no se ha molturado este año. Su presidente, Félix Ruiz-Carrillo, confirmó en febrero que esa ancestral instalación no volvería a molturar olivas y la asamblea de cooperativistas certificó el cierre definitivo. El último año, 2017, prensó 36.000 kilos, pero esta campaña los cooperativistas han desviado sus olivas a Viana y al trujal Almazara. Y es que, para poder continuar se necesitaban inversiones para mejorar las instalaciones y gente joven dispuesta a seguir con el cultivo y elaboración. De todas formas, en los últimos meses se han conocido movimientos de personas interesadas en reanudar la instalación.

La operación está todavía en negociaciones. De hecho, hasta los años 20, Oion llegó a tener hasta cinco trujales, como recoge el historiador Manuel González: el de José María, en la calle Buenos Aires; el de Ventura Ruiz Carrillo, donde el matadero y la cárcel; el de Sabas Palacios, en el río de los Huertos; el de Críspulo Olano, en la calle Cantarranas, actualmente avenida de Navarra, y el de Daniel, en la salida de la carretera de Oion a Moreda. De aquellos no queda ninguno, pero la producción de olivas se mantenía y por ello surgieron tanto el trujal cooperativo San Vicente, en 1953, actualmente cerrado, como Almazara, con intensa actividad.

En Lantziego hasta el pasado año sólo había un trujal y no paraba de trabajar durante toda la campaña. Este año han entrado por sus tolvas 75.000 kilos de olivas, pero se han ordeñado muchas más, aunque buena parte de la producción se ha llevado al nuevo trujal.

No hay constancia documental sobre desde qué año está el trujal en ese lugar que ocupa, al pie de la carretera y sobre un espectacular calado. Pero lo que sí está documentado es que lleva cien años en manos del Ayuntamiento porque lo cedió un particular en 1913 a condición de que siguiera siendo municipal y de que estuviera al servicio de la molienda del pueblo, según cuenta el alcalde, Gorka Mauleón.

A él llevan sus aceitunas los olivareros, pero también hubo tiempos en los que funcionó no sólo como trujal de aceite sino también como molino, así que allí se ha molido grano, varios tipos de cereales, junto al aceite. Sin embargo, en la actualidad, da ese servicio municipal de molturar para todas aquellas personas que quieren transformarlo en esa instalación. Aquí viene la gente con la aceituna y se les devuelve aceite, según el responsable municipal.

El otro trujal de Lantziego, Arroiz, es nuevo. Ha comenzado a trabajar este año por iniciativa de Dunia Elkouissi y su marido Mikel Izagirre, con el apoyo de sus padres. Habían calculado que si entraban 60.000 kilos de olivas el resultado sería bueno, pero al finalizar la campaña fueron 70.000. Explican que, con el fin de satisfacer las necesidades de los clientes, el nuevo trujal de Lantziego está en la distinción Label desde principios de la campaña y también han elaborado una partida con el sello ecológico para los agricultores de la zona que tienen su propia marca y etiqueta. Por eso, están dentro de Eneek, que es la entidad que otorga la licencia para poder molturar ese tipo de aceitunas, según explica Mikel Izagirre. Y también trabajan el general, que incluye autoconsumo y comercialización desde el trujal. A estos se deberían añadir pequeñas instalaciones que se han montado en Lapuebla o en bodegas para elaborar partidas pequeñas.

En definitiva, según los datos oficiales, este año se ha llegado a los 441.000 kilos de olivas, incluidos los 36.000 kilos que se hacían en la cooperativa de Oion, y con ellos se han elaborado unos 85.000-90.000 litros de aceite de oliva.

Para Mauleón, una de las claves de esta buena cosecha está “en las abundantes lluvias que, si bien para el viñedo han sido complicadas, al olivo le ha venido muy bien”. A ello se añade el nuevo trujal de Lantziego. Todo esto significa un paso adelante para el aceite de oliva virgen de Rioja Alavesa, ya que los datos de este año “confirman un mayor volumen de aceitunas, una buena calidad y mayor variedad de aceites”.

Mauleón avanza también que, en breve, se reactivará la asociación. La pasada semana ya se recibieron los documentos oficiales procedentes del Gobierno Vasco y el siguiente paso será la constitución de la nueva junta directiva encargada de dirigir la entidad y negociar las ayudas económicas de las instituciones.

kilos en moreda. En Moreda, donde está el trujal La Equidad, la producción ha llegado a los 201.000 kilos frente a los 150.000 del año pasado, según los datos.