Vitoria - En el pequeño pueblo de San Miguel, en Ribera Alta, los escasos ocho vecinos que residen habitualmente en la localidad sufren día a día las consecuencias de tener que acceder a la población por una única carretera. Una carretera que, en realidad, ni siquiera está calificada como tal, pues oficialmente está catalogada como camino rural, con lo que eso supone tanto para su seguridad, por los baches y el paso continuo de animales, por su cuidado y mantenimiento -no depende del Departamento foral de Infraestructuras Viarias, sino de Agricultura-, como por las consecuencias legales -en caso de siniestro, los seguros no suelen cubrir los accidentes en un camino rural como sí sucede en las carreteras-.
Dependiente del Ayuntamiento de Pobes, en Ribera Alta, del que le separa diecisiete kilómetros, San Miguel tiene sin embargo como municipio más cercano Rivabellosa, en Ribera Baja. “El acceso a San Miguel debemos hacerlo por Rivabellosa, ya que desde Pobes es un camino de parcelaria estrecho y con muchas curvas.
Sin embargo, el riesgo de accidentes con algún corzo, jabalí o cruce con otro vehículo por las mañanas o al atardecer es muy alto”, explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Alberto Martínez, uno de escasos diez vecinos de San Miguel que diariamente cogen el coche para ir a trabajar a Vitoria. El resto de vecinos “están aquí sólo en época de vacaciones, por tener en el municipio su segunda vivienda”.
Como incide este vecino, el acceso a San Miguel, de seis kilómetros de longitud, está catalogado como camino rural, y por tanto dependiente del Departamento de Agricultura. “Desde las nevadas de 2012 el asfalto está lleno de baches, que han empeorado durante estos años y que cada vez están peor dado el paso de maquinaria pesada para las labores de agricultura, por no hablar de los todoterrenos de los cazadores, ya que la zona es un coto de caza”, recuerdan.
Los baches en la calzada, el trazado lleno de curvas y sin visibilidad, la imposibilidad de pasar en paralelo dos vehículos en las zonas más peligrosas, y con dificultad en el resto del trazado, convierte la entrada en el pueblo en una peligrosa aventura. “El tramo más peligroso coincide con el río y las vías del tren a un lad y con el terreno en pendiente al otro”, subraya. Ante esta situación, los vecinos han reclamado a la Diputación que la vía deje de ser catalogada como camino rural y pase a tener categoría de carretera vecinal. Un cambio que implicaría un mayor ancho de calzada y poner señalizaciones a lo largo de la vía.
“El mantenimiento de los caminos rurales corresponde al los ayuntamientos, pero el de Pobes considera que no es adecuado invertir en arreglar el camino, sino que esta intentando, infructuosamente, que la Diputación considere necesario tipificar el acceso como carretera”, destaca Martínez. Los vecinos solicitaron el año pasado formalmente el cambio y la mejora de la vía de acceso pero la respuesta que han recibido hasta ahora es que “no es competencia suya y debe ser el Ayuntamiento el que debe realizar el arreglo”.
diputación y ararteko Cuestionadas por la petición de los vecinos, fuentes oficiales del Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad aseguran a este periódico que conocen “la problemática que plantean los vecinos”. “La Diputación conoce y comprende la preocupación de los vecinos por disponer de un acceso adecuado y, en consecuencia, estudiará y adoptará medidas para que así sea”, resaltan. Los habitantes de San Miguel también decidieron recurrir al Ararteko, para que sea el defensor del pueblo el que “esclarezca en quién recae la competencia de construir una carretera digna que comunique el municipio”. El Ararteko solicitó informacióna al área de Carreteras, y según señalan las mismas fuentes forales “en dicha respuesta informamos de que el acceso a San Miguel se realiza mediante un camino rural asfaltado, no mediante una carretera, y su mantenimiento y conservación compete por lo tanto al Departamento de Agricultura y al Ayuntamiento de Ribera Baja”.
“No creo que haya más de uno o dos municipios en Álava que no tengan acceso por carretera y estén como nosotros, con un acceso por camino de parcelaria”, lamenta por último este vecino de San Miguel, donde aguardan a que las instituciones den respuesta a su demanda para disponer de una carretera digna.