Vitoria - Al igual que sucedió en más de dos centenares de poblaciones del Estado, los pensionistas y jubilados gasteiztarras volvieron a salir a las calles ayer por la tarde reclamando y en “defensa de una pensión de 1.080 euros, la mínima amparada por la Carta Social Europea”, según reivindicó Juan Antonio Armentia, uno de los portavoces del movimiento pensionista. La manifestación de ayer por el centro de Gasteiz fue una nueva demostración conjunta de los colectivos de Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa, como consolidación de una protesta que ha cumplido ya diez meses en las calles “sin decaer la asistencia e incluso aumentando su número”, remarcó otro de los portavoces, Iñaki Martín, en la lectura del comunicado final en el quiosco del parque de La Florida.

En una tarde de sábado marcada por el ajetreo del trasiego navideño en el corazón de Gasteiz, la columna de varios centenares de pensionistas emprendió su marcha desde el museo Artium, para recorrer las calles Francia, La Paz, Ortiz de Zárate y Florida. En el parque de La Florida establecieron el punto final, sin llegar a la Virgen Blanca, como en anteriores ocasiones, al estar ocupada ya por la pista de hielo. En el momento del cierre de la manifestación, aludieron a uno de los “puntos candentes” sobre los que giran las negociaciones presupuestarias. “La problemática de las ayudas no se reduce a unas limitadas ayudas para unas cuantas personas damnificadas”, concretó Armentia. “La situación tiene que ver con las agresiones del actual sistema que impiden garantizar pensiones actuales y futuras, dignas”. En este sentido, han solicitado encuentros con el Lehendakari Urkullu y representantes parlamentarios en el legislativo vasco para abordar la cuestión.