vitoria - “Pase sin parar”. El ansiado cartel, junto a una señal de no circular a más de 20 kilómetros por hora, anunciando a su manera la gratuidad de la AP-1 luce desde ayer a unos metros del peaje de Armiñón. Las barreras han desaparecido para todos los conductores que desde ayer circulan por los más de ochenta kilómetros que unen Burgos y Armiñón.

El primer día trajo consigo más de una sorpresa para los vehículos menos habituados a pasar por este peaje, y en sus primeras horas, la noche del viernes al sábado, contó incluso con los aplausos a los primeros coches por parte de representantes de la plataforma A8 Peajerik Ez, que se acercaron hasta Briviesca para celebrar la liberación tras 40 años de pago del peaje de la AP-1.

Acompañados de integrantes de la plataforma estatal UPLA, que agrupa a miembros de otros colectivos españoles que luchan por la liberación de las autopistas, participaron también en un homenaje a las 243 personas fallecidas en el tramo alternativo al que ahora se ha liberado. El portavoz de la asociación, Juan Carlos Poderoso, aseguró que la eliminación del peaje en esta autopista rompe “un mito”, porque demuestra que “las autopistas se pueden liberar”.

Se trata de la primera vía de alta capacidad de titularidad del Estado que pasa a ser gratuita una vez culminado el plazo de concesión, que en el caso de la AP-1 fue ampliado varias veces y que en la última revisión se fijó para la medianoche del pasado viernes.

años. El peaje de la AP-1 desaparece tras cuarenta años. Su concesión fue ampliada varias veces hasta su última revisión.