okondo - Emilio Irazola lleva tres años en su casa de Okondo dedicando su tiempo libre a la recuperación del conejo Euskal Untxia desde que, por medio de un familiar, consiguió “en un caserío que solo había criado esta raza durante años”, una pareja de estos conejos pardos y de tamaño mediano, típicos de los baserris vascos, pero que estaban prácticamente desaparecidos. Hoy día, tras un cuidadoso trabajo de selección -“porque al quedar tan pocos ejemplares, hemos tenido que ser muy meticulosos en la elección de los gazapos, para evitar problemas de consanguinidad”, explica- ya tiene tres hembras y dos machos, a sumar a los de los otros tres únicos criadores existentes en Euskadi que están trabajando, codo con codo, con Irazola en la recuperación de esta especie.
“Este año ha ido muy bien y hemos logrado bastantes crías, por lo que confíamos en poder fijar ya el estándar e iniciar todo el papeleo y trámites administrativos destinados a su reconocimiento oficial como raza autóctona”, subraya, en referencia al establecimiento de las características que deberá tener un Euskal Untxia para ser considerado como tal. En principio, la idea de los criadores dedicados a su recuperación pasa por que “tengan entre tres y cuatro kilos, color pardo, una cabeza redonda y orejas medianas”, enumeran, quienes deben esperar un mínimo de seis meses para ver “si los ejemplares al crecer mantienen ese estándar, antes de cruzarlos”.
Hoy mismo, las personas que se acerquen al frontón de Okondo a partir de las 10.00 horas tendrán una buena oportunidad de admirar ejemplares de Euskal Untxia, en el marco de la tercera Feria de Otoño del municipio más pequeño del Valle de Ayala. “Calculo que va a haber en torno a treinta conejos de esta raza, y otros setenta de otras variedades cunícolas, de un total de ocho expositores; así como en torno a cien jaulas de todas las variedades de Euskal Oiloa”, apunta Irazola, en referencia a las cinco especies gallináceas vascas. Es decir, marraduna, gorria, leposoila, beltza y zilarra, así como la Rubia alavesa -también conocida como gallina llodiana- que el vecino de Llanteno, Ander Beraza, lleva también más de un lustro intentando que entre en el listado de razas autóctonas de Euskadi, mediante un arduo proceso de recuperación tras darse por desaparecida la especie.
Por su parte, la sección cunícola se dividirá en razas gigantes, medianas y enanas. Así, entre los primeros se podrán admirar Gigantes de Flandes, Gigantes Mariposa o Gigantes de Belier de oreja caída, que pueden superar los ocho kilos; y entre los últimos, habrá desde Tois y Holandeses enanos, hasta Tedys pelones o Rex Dalmata. De igual forma, el apartado de razas medianas -además de con Euskal Untxia- contará con Azules de Viena, Leonardos de Borgoña franceses “muy apreciados para consumo de carne”, Plateados alemanes “aunque nacen negros”, Chinchillas, Ibicencos o Californianos, entre algún que otro Angora. Todos ellos tomarán parte en el tercer campeonato alavés de conejos y Euskal Oiloa que repartirá un premio al mejor criador de cada una de las cinco razas de gallinas vascas, así como de las tres secciones cunícolas; así como otros dos al mejor conejo y gallina de la feria. “La mayor parte de los criadores somos vascos, pero los conejos holandeses enanos, por ejemplo, nos los ha enviado su dueño desde Barcelona, porque él no podía venir; y los ibicencos los trae un criador de Burgos”, matiza Irazola.
Con el caso de los jueces pasa otro tanto, “el de las Euskal Oiloak es de la Asociación Eoalak, o sea vasco; pero el del apartado de cunicultura vendrá de Zaragoza porque aquí no hay ninguno”. La feria contará, además, con media docena de ocas “para recibir al público a la entrada del recinto” y con una coneja con ocho gazapos “pensando en los más pequeños”; así como con degustaciones de castañas asadas y pintxos de hamburguesas, txosna y música ambiente. Y es que para redondear la cita, la Feria de Otoño de Okondo se verá complementada, a partir de las 11.00 horas, con el cuarto encuentro de trikitilaris de Álava, que reunirá a un centenar de músicos de toda la Comarca ayalesa, e incluso de escuelas de Gipuzkoa, Bizkaia y Navarra; así como con el segundo campeonato de trikitixa de Álava, al cual se han inscrito seis parejas de trikitilaris y panderojoles de entre 13 y 20 años, de Gipuzkoa y Bizkaia.
El concurso lo comenzó a organizar el Ayuntamiento de Okondo con el claro intento de fomentar y difundir en Álava este apartado del folklore euskaldun que en las provincias vecinas es casi una religión. Por ello, los premios son suculentos, con cinco galardones que en conjunto suman 700 euros y que irán a parar a los mejores intérpretes de fandangos, arin arin y popurris. Después habrá una comida popular.