vitoria - La asociación Clara Campoamor, que trabaja en la protección de los derechos de las mujeres y de la infancia, tiene en la denuncia de las expresiones machistas y en la defensa de las personas que las padecen uno de sus principales campos de actuación. De hecho, la mesa de trabajo del colectivo rebosa estos días de actividad coincidiendo con el repunte de las denuncias derivadas de la violencia sexista en todas sus dimensiones. La asociación está personada en la actualidad como acusación popular en Álava en 36 casos de estas características, procedimientos “vivos” con o sin juicio ya en marcha, una cifra que literalmente la está “desbordando”, según confiesa su delegado en Euskadi, el abogado José Miguel Fernández, Fote. Hace sólo unos años, “podían ser menos de diez casos a la vez” en los que el colectivo ejercía como acusación. Clara Campoamor, además, estudia personarse en tres procedimientos más, a expensas de entrevistarse con las víctimas y sus familias.
Los datos en poder de la asociación, a los que ha tenido acceso DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ponen los pelos de punta, aunque concuerdan con el enorme volumen de denuncias tramitadas en los últimos meses en los juzgados de Gasteiz. Casos que también se han sucedido en este recién concluido mes de agosto, que se ha cerrado con más de una decena de casos de violencia machista denunciados y que han salido a la luz en el territorio, algunos de ellos de especial gravedad.
En concreto, la asociación está ya personada como acusación popular en 15 procedimientos de violencia de género, en 17 más por agresiones o abusos sexuales a mujeres (12) y a menores de edad (cinco), y en otros cuatro asuntos por homicidio o asesinato de mujeres. Al margen de esta labor judicial, Clara Campoamor atendió sólo durante el año pasado a un total de 79 mujeres, niñas y niños víctimas de violencia de género y/o agresiones sexuales.
con los mismos medios Y todo ello, además, con los mismos recursos económicos que en los ejercicios recientes. “Hemos aumentado medios, pero son medios voluntarios. Nuestros recursos económicos son los mismos, pero también es cierto que se nos han acercado más personas voluntarias, sin cobrar, a echarnos una mano. Si no, no daríamos abasto”, confiesa Fernández. El enorme volumen de procedimientos, lógicamente, también está teniendo su incidencia en el único juzgado de violencia sobre la mujer que existe en Vitoria, a día de hoy “sobresaturado, tanto por el número de denuncias como por el incremento de competencias y de delitos que tiene que ver”. Un “colapso” que también afecta al equipo psicosocial adscrito a este juzgado.
Uno de los casos en los que casi con total seguridad se personará como acusación el colectivo próximamente será en el del intento de agresión sexual y homicidio a una joven en Dulantzi, este pasado 17 de agosto, que se saldó con la detención y el ingreso en prisión de un hombre de 35 años y vecino de esta localidad alavesa. “Ya lo tenemos prácticamente preparado”, avanza Fernández. Un caso al que a buen seguro se sumarán “un par más” de la larga lista de sucesos que han aflorado a lo largo del recién concluido mes. “Con el incremento que estamos teniendo de delitos gravísimos de este tipo se nos hace muy difícil llegar a todo con nuestros recursos”, insiste el delegado de Clara Campoamor, que en todos los casos atiende a la situación personal de cada una de las víctimas antes de dar el paso de personarse como acusación.
Al margen de estos procedimientos, la asociación tiene pendientes “varios asuntos más” que se van a abrir próximamente y otros que también tiene “en mente”, según reconoce Fernández. Uno de ellos se deriva de la investigación, cada vez más avanzada, del brutal asesinato de Ana Belén Jiménez, vecina de Lantarón, por parte de su expareja el pasado mes de octubre. Según avanza Fernández, Clara Campoamor está intentando ampliar este procedimiento a otras dos mujeres que unos pocos días antes del homicidio de Ana Belén fueron atacadas por un hombre con un martillo en la localidad de Miranda de Ebro, donde posteriormente apareció su cadáver.
“Todo apunta a que el responsable de estas agresiones, que provocaron lesiones en la cabeza a esas dos mujeres, fue la misma persona, intentando buscarse una coartada”, contextualiza Fernández. La investigación de esta doble agresión se está llevando a cabo en Miranda de Ebro y lo que pretende Clara Campoamor es que “se traiga a Vitoria” y se incorpore a la causa del asesinato de Belén.
Actividad intensa. La mesa de trabajo de la asociación Clara Campoamor rebosa estos días de actividad coincidiendo con el repunte de las denuncias derivadas de la violencia sexista en todas sus dimensiones. El colectivo está personado en la actualidad como acusación popular en Álava en 36 casos de estas características, procedimientos “vivos” con o sin juicio ya marcha, una cifra que literalmente lo está desbordando.
Consecuencias. El enorme volumen de procedimientos por casos de violencia machista también está teniendo su incidencia sobre el único juzgado de violencia sobre la mujer que existe en Vitoria, a día de hoy “sobresaturado, tanto por el número de denuncias como por el incremento de competencias y de delitos que tiene que ver”, según José Miguel Fernández. Un “colapso” que también afecta al equipo psicosocial adscrito al juzgado.
El delegado en Euskadi de Clara Campoamor confiesa que la asociación cuenta con los mismos medios económicos que hace unos pocos años.
15
Casos de violencia machista.
17
Por agresiones o abusos sexuales a mujeres o menores de edad.
4
Por casos de homicidio o asesinato.
79
Mujeres, niñas y niños víctimas de violencia de género o agresiones sexuales fueron asistidas el año pasado por Clara Campoamor.