VITORIA - A pesar de que el actual verano no se está caracterizando por disparar el mercurio en los termómetros, los socorristas de las piscinas municipales vienen reclamando la “necesidad de contar con un mayor número de profesionales que puedan cubrir con seguridad la presencia de los bañistas dentro de las piscinas”, reconocieron ayer fuentes del colectivo en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. De hecho, ayer mismo se mantuvo un encuentro matinal, entre representantes del colectivo y de la empresa guipuzcoana encargada este verano de prestar el servicio, en el que se les trasladó esta necesidad planteada por los socorristas de las diferentes piletas de Gasteiz. En la jornada de hoy está convocado otra reunión a la que están citados técnicos municipales, y a los que se va a trasladar la petición.
El número de estos profesionales viene determinado por la cuantía que estipula las autoridades sanitarias como “socorristas de base que debe contar cada piscina”, explicaron. En función de esta cifra, posteriormente es el Ayuntamiento de Gasteiz el que diseña los pliegos y bases del concurso que luego sale a licitación “en unas bases en las que se ajusta al máximo a la hora de concretar lo referido a personal y sueldos”, advierten. Se incluyen también la opción de incorporar “refuerzos de socorristas en función de unas variables como la temperatura exterior o la afluencia a las instalaciones”, para poder atender ese incremento de usuarios. Según esos cálculos, por ejemplo, en las instalaciones de Gamarra, son cuatro los socorristas de base y una persona en la piscina cubierta de Mendizorroza. “Es difícil llegar a controlar y vigilar a todos cuando hay situaciones de saturación en el recinto. Es una petición que redunda en una mayor seguridad de los bañistas”, desgranan las mismas fuentes.
Esos momentos de complicación a la hora de tener la piscina bajo control se viven en lugares como Gamarra, cuando se acercan “grupos de colonias de 50 ó 60 niños a los que es difícil dominar dentro del agua”, concretan. En los supuestos en los que se apunta a las situaciones de refuerzo, cuando la temperatura exterior rebasa los 30 grados se contempla la incorporación de un socorrista más “aunque su incorporación queda a expensas de la empresa”, reconocen las fuentes consultadas por DNA y es habitual que se pongan trabas a esa incorporación argumentando causas económicas.
recorte de sueldo del 25% Además de la cifra de socorristas en las instalaciones hay más reivindicaciones como son las “modalidades de contratación que no debieran aplicarse” y que repercuten en una reducción de sueldo del 25% “en unas mensualidades que, para nada, son elevadas”, remarcaron. Esta cuestión ya ha motivado que los trabajadores y la empresa hayan llegado hasta los tribunales con un juicio ganado por los trabajadores y obteniendo el respaldo del juez sobre la tipología de los contratos a aplicar.
Tampoco concluye aquí la lista de reclamaciones de los socorristas, que aluden al tiempo de preparación previo a la apertura de la instalación. Deben llevar a cabo una serie de operativas como traslado de material que, en la contrata del año pasado, estaba reflejado con un tiempo de 15 minutos que se abonaban a cada socorrista. “Ese cuarto de hora es una cosa que ya no se paga este año y es un tiempo que nosotros dedicamos en la propia instalación y por el que ahora no percibimos ninguna remuneración”, lamentan. Todo este tipo de cuestiones “limita” el desempeño del trabajo diario del colectivo. No llegan a plantear estas reivindicaciones como una cuestión extrema, sino como las “necesidades reales para mejorar el servicio”, aseveran. De momento están tratando estas cuestiones con el “contacto y comunicación continua”, tanto con la empresa como con técnicos municipales. Las reuniones se han sucedido y van a continuar en las próximas fechas. Al margen de la reunión de esta mañana, el deseo de los socorristas pasa por llegar a reunirse, a primeros de agosto, directamente con el Ayuntamiento.
La sombra de la huelga. La exteriorización de las reclamaciones de los socorristas desempolva de nuevo la amenaza de una huelga en las instalaciones municipales como el pasado verano. En 2017 fueron cinco días de paro, del 22 al 27 de julio, hasta llegar al acuerdo. “Este año no tenemos intención de llegar a nada, pero tampoco era una cuestión que nos planteamos en 2017 y tuvimos que llegar a ese extremo”, explicaron las fuentes del colectivo con las que contactó ayer DNA.