- El Casco Viejo de Gasteiz es, desde ayer, testigo de la transformación de una de sus fachadas. En concreto, de una de las paredes de la escuela Ramón Bajo, frente al cantón de Santa Ana. Luce ya andamio con motivo de un nuevo mural colaborativo, dirigido por los artistas Verónica Werckmeister y Alexandre Fernández (más conocido como Alex Efa), en el que participan nada menos que 28 voluntarios. Se trata de un “homenaje” a un barrio medieval que, según la web oficial de IMVG (Itinerario Muralístico de Vitoria-Gasteiz), sigue siendo “moderno”, a pesar de su antigüedad.
Werckmeister, directora del proyecto, acumula sobre sus espaldas múltiples trabajos artísticos a gran escala, tanto a nivel nacional como internacional. Tanto su experiencia, iniciada en 1993, como la de Fernández, codirector del proyecto e ilustrador de libros infantiles, fueron motivos suficientes para que la asociación de madres y padres del colegio Ramón Bajo (AMPA) les pidieran, en 2014, impulsar un proyecto muralístico con la participación de la ciudadanía del barrio.
Sin embargo, subirse por primera vez al andamio “no es tarea fácil”, aseguró Iñaki Jiménez, uno de los voluntarios del proyecto. “Hay que pensar que de algo más de 200.000 habitantes que tiene nuestra ciudad, sólo 30 tenemos el privilegio de participar en algo como esto”, aclaró. “Merece la pena”. Fernández da fe de ello al recordar las dos ocasiones anteriores en las que tuvo que subir. “Me da muchísimo miedo, pero es una responsabilidad y me gustaría contentar a mucha gente”.
Por otra parte, el significado del mural va más allá de ser simple decoración. Dicha obra busca realizar un homenaje al activismo social y a la participación ciudadana. “Hemos usado el símil de las fases de crecimiento de una planta” -explicó Jiménez- “Su nacimiento, crecimiento y desarrollo son un factor común de la imagen que representaremos”. El diseño, ideado a lo largo de dos semanas entre mayo y junio, ilustrará el concepto de la transformación del barrio y de la escuela de Ramón Bajo, tanto estructuralmente como de su sistema educativo. El objetivo de la iniciativa no es otro que poner colofón a la lucha por dignificar la escuela.
En cuanto a la búsqueda de voluntarios, iniciada desde hace aproximadamente dos años, Werckmeister aseguró que el número de personas apuntadas fue tal que incluso tuvieron lista de espera. La artista reconoció lo difícil que es para los 28 participantes (15 talleristas y 13 para la fase de pintura), especialmente los padres y madres apuntados, conciliar su tiempo y responsabilidades familiares y laborales con el proyecto muralístico.
El mural, cuyo proceso durará poco más de cien horas, abarcará alrededor de 300 metros de fachada. Jiménez, movido por el sentimiento de colaborar en la escuela en la que estudió su padre 90 años atrás, manifestó su “especial ilusión” por poder participar, al igual que otra participante, Loreto Peña.
Por último, pero no menos importante, los niños de las colonias de verano Goian también contarán con un mural participativo dedicada a ellos, situado dentro del patio del colegio Ramón Bajo. La iniciativa estará a cargo de Efa y se realizará de forma simultánea al mural de la fachada exterior.