Vitoria - Las bicicletas y Vitoria mantienen desde hace años un estrecho vínculo. La ciudadanía ha abrazado este modo sostenible de movilidad de forma natural y su uso está totalmente integrado en la ciudad. Todos los aspectos relacionados con la bicicleta son motivo de orgullo salvo uno: los hurtos. Con la llegada del verano, el ya de por sí extendido empleo de los pedales se multiplica de forma exponencial y los aparcabicis abarrotados que rodean las piscinas de Mendizorroza y Gamarra se convierten en un reclamo para los ladrones. Éstos, tras sustraerlas tratan de venderlas en tiendas de segunda mano, por Internet o las desmontan para obtener un dinero a cambio de las piezas sueltas. En lo que llevamos de año, la Policía Local de Vitoria ha retirado de la vía pública, por diferentes motivos, un total de 152 bicicletas, de las cuales 99 han retornado ya a manos de sus legítimos propietarios. En esta temporada estival, los efectivos policiales redoblarán la vigilancia sobre los alrededores de las piscinas municipales para tratar de frenar los robos.
“Estamos retirando bastantes bicicletas”, explica el subcomisario Kepa Solla, “pero el problema es que no disponemos de espacio suficiente para almacenarlas”, lamenta. Del volumen total que se recoge, una parte corresponde a presuntos abandonos, otra a posibles robos y una tercera a que lo que se encuentran los agentes se halla en tan mal estado que sólo puede considerarse residuo sólido urbano.
De las 152 trasladadas al depósito, los agentes retiraron 75 por abandono, 30 por robo, 22 en “prevención” por sospechas de que pudieran haber sido sustraídas, 14 por infracciones de tráfico -fundamentalmente por estacionamientos incorrectos-, 3 a petición de otros cuerpos policiales y las 8 restantes por “otras cuestiones”.
Las bicis retiradas se llevan a la comisaría de Agirrelanda y allí quedan en depósito a la espera de que alguien las reclame. Hasta el 1 de junio, 99 gasteiztarras que habían denunciado la desaparición de sus respectivas bicicletas y que se pasaron por las dependencias policiales para tratar de recuperarlas, consiguieron identificarlas, probar que les pertenecían y llevárselas consigo de vuelta a casa.
Solla subraya que el número de robos se mantiene estable a lo largo de los últimos tiempos. “No nos consta un aumento de las denuncias. Lo que sí es cierto que con la llegada de la época estival, el número de hurtos aumenta. Es lógico, porque hay más bicicletas en la vía pública. Por ello aumentamos la vigilancia en las piscinas de Gamarra y Mendizorroza, que es donde más se concentran. Basta con darse una vuelta por los aparcabicis para ver que es una invasión”, expone.
“Gamarra y Mendizorroza son, en verano, los dos puntos en los que más bicicletas se hurtan. Lo cual nos obliga a repetirnos en las visitas a los colegios y en las recomendaciones que hacemos a través de los medios. Muchas veces nos dicen que nos repetimos, pero es que se siguen produciendo esos delitos y tenemos que insistir”, indica el representante de la guardia urbana.
Quienes suelen frecuentar esos puntos de estacionamiento de bicicletas son, lamentablemente, los ladrones. “La oferta municipal de estacionamiento queda sobrepasada y se aparcan las bicicletas en cualquier sitio. En farolas, en arbolado, que no se debe porque está prohibido por ordenanza... Se produce un amontonamiento tal de bicicletas que ello favorece que aquellas que están mal aseguradas puedan hurtarse. Ello nos obliga a que, tanto las patrullas de zona como los bicipolis presten más atención a estas zonas”, detalla el portavoz policial.
Una vez sustraídas, la Policía Local ha localizado algunas de estas bicicletas en establecimientos de segunda mano de Vitoria. Los investigadores también tienen constancia, porque han contactado con los compradores, de que otras se han vendido por Internet. “Lo que descartamos es que haya mafias que trafiquen con bicicletas robadas en Vitoria y que éstas se lleven a otros puntos. Pensamos que los hurtos que se producen están relacionados con el mercado interno. También hay personas que las roban para usarlas ellos mismos y quien vende las piezas. Observamos que a algunas de las que retiramos les faltan los sillines o las ruedas delanteras”, apunta Solla.
Pero, ¿quiénes se dedican a sustraer bicicletas en Vitoria? “Por la experiencia que tenemos, en los controles de bicicletas que solemos realizar en Vitoria observamos que en ocasiones paramos a jóvenes que llevan mochilas y que dentro de las mochilas portan pequeñas cizallas. Las mismas que se usan para romper los candados más ligeros. Si tuviéramos que extraer una conclusión, en base a los informes que manejamos, diríamos que el hurto de bicicletas está asociado más a un segmento de población joven. No exclusivamente pero sí mayoritariamente”, relata el subcomisario.
En cuanto a la posibilidad de retomar la subasta de bicicletas retiradas, una iniciativa que se puso en marcha hace tres años en Vitoria y que obtuvo una muy positiva respuesta ciudadana, el representante policial puntualiza que esa decisión es competencia exclusiva del ámbito político municipal. “La subasta que se llevó a cabo tuvo mucho tirón, pero es cierto que existen algunos aspectos de procedimiento administrativo que es necesario pulir. Hay que conseguir que el sistema sea más ágil y seguro. En cualquier caso, es una decisión que corresponde a los responsables políticos del Ayuntamiento, aunque pienso que en cuanto se mejoren los mecanismos de adjudicación de la bicicleta es posible que se celebren nuevas subastas. En otros ayuntamientos se está haciendo, pero en Vitoria se optó por un procedimiento más lento pero más seguro. Si se mejora, sería una ventaja”.
Estadística. Aunque en la época veraniega los gasteiztarras usan más la bici y los robos aumentan, la Policía Local asegura, con los datos en la mano, que el número de denuncias por hurto se mantiene estable desde hace tiempo.
Retirada. Los agentes de la Policía Local de Vitoria retiran bicicletas de la vía pública por diversos motivos. Por abandono, por robo, porque existe la sospecha de que hayan podido ser sustraídas, a solicitud de otros cuerpos policiales o bien porque se encuentran tan deterioradas que pasan a considerarse residuos sólidos urbanos.
Subasta. En 2015, el Ayuntamiento sacó a subasta las bicicletas que permanecían en el depósito municipal y cuyos dueños no pudieron ser localizados. Aunque los responsables políticos del Consistorio tendrán la última palabra sobre este asunto, la iniciativa, que gozó de una gran acogida ciudadana, podría repetirse si se desarrolla un procedimiento administrativo más seguro y ágil.
El subcomisario de la Policía Local confirma que ya se redoblan las labores de vigilancia para atajar las sustracciones de bicicletas en estos dos enclaves. También constata que el perfil de los ladrones es, mayoritariamente, adolescente y que en Vitoria no operan grupos dedicados a traficar con bicicletas.
152
La Policía Local ha trasladado en lo que va de año 152 bicicletas al depósito. 75 por abandono, 30 por robo, 22 por sospechar que habían sido sustraídas, 14 por la comisión de infracciones de tráfico, 3 a petición de otros cuerpos policiales y otras 8 por motivos diversos.