vitoria - El riesgo cero “no existe” en la asistencia sanitaria, pero las autoridades vascas siguen trabajando por trazar una estrategia integral de seguridad del paciente que permita avanzar lo máximo posible hacia él. En este camino, el Departamento vasco de Salud y Osakidetza presentaron ayer las principales innovaciones que incorporará su hoja de ruta en esta materia de aquí a 2020, entre las que destacan una mejora del sistema de notificación de incidentes, distintas medidas para minimizar el riesgo de desnutrición de los usuarios de su red hospitalaria o un plan de acción para optimizar la prescripción de antibióticos, con el objetivo de evitar tratamientos superfluos y reducir las resistencias a este tipo de fármacos. Se trata, según remarcó el consejero de Salud, Jon Darpón, de un renovado plan que “garantizará” la continuidad de las líneas de acción vigentes y los proyectos implantados mediante la anterior estrategia de seguridad (2013-2016), que incorporará “el aprendizaje logrado” en los últimos años y que asumirá “nuevos retos”.
Según enumeró el titular sanitario, Osakidetza avanzará hacia un abordaje “integral” de la gestión de los incidentes de seguridad incorporando a sus bases de datos no sólo los eventos adversos que sí causan daño al paciente -como puede ser la prescipción de un medicamento erróneo-, sino también los que no lo causen aunque sí hayan supuesto un riesgo. También extenderá la atención a las potenciales segundas víctimas de estos accidentes -los profesionales sanitarios- y a las terceras -las organizaciones donde sucedan-, y generalizará las buenas prácticas para prevenir el riesgo de desnutrición de los usuarios hospitalizados, especialmente los de edad avanzada. Además, avanzará en la prevención de la incontinencia urinaria de sus pacientes ingresados por el uso inadecuado de absorbentes. El sexto epígrafe destacado de la renovada estrategia será la generalización de los Programas de Optimización en la Prescripción de Antibióticos (PROA) para “prescribir aquellos medicamentos estrictamente necesarios” para cada caso.
Darpón avanzó que la formación de los profesionales será la herramienta clave para “seguir promoviendo y extendiendo la cultura de seguridad” en el ente público. En este sentido, se pondrá a disposición de los trabajadores cursos específicos y se extenderá el curso básico on-line de seguridad del paciente que ya ha realizado cerca de la mitad de la plantilla de Osakidetza. Además, el consejero destacó que este plan no cuenta con una partida específica en el presupuesto global del ente, pero que en todo caso su coste sería “negativo” porque permite reducir atenciones y hospitalizaciones y también las demandas judiciales de pacientes por malas praxis.
Entre los principales logros de la estrategia vasca se encuentran la implantación del brazalete corporativo en el 100% de la red de Osakidetza para garantizar la identificación externa inequívoca de todos los pacientes, la inclusión en la historia clínica del acumulado de las dosis recibidas en las exploraciones con radiación o la reducción “sustancial” de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria como las neumonías por ventilación mecánica.