llodio - La Asociación de personas con enfermedad mental del Valle de Ayala (Asasam) puso punto y final el pasado 14 de febrero a la intensa campaña que han llevado a cabo desde junio del año pasado para reivindicar ante la Diputación Foral de Álava la necesidad de crear en la comarca nuevos recursos de alojamiento para personas con enfermedad mental y para informar a los ayuntamientos de la Cuadrilla de Ayala.

Finalmente, han sido un total de 3.766 firmas las recogidas y entregadas en el registro del ente foral, a la atención a la diputada de Servicios Sociales, por lo que quieren agradecer una vez más a la ciudadanía de la comarca del Alto Nervión el respaldo recibido. Mientras quedan a la espera de que se atienda su demanda, “cumpliendo así con el derecho de acceso a una vivienda con apoyo que tenemos las personas con problemas de salud mental”, subrayan desde la Comisión de Personas Usuarias de Asasam.

Y es que en la actualidad “solo existe en todo el valle una vivienda comunitaria en Llodio. Esta vivienda no es de atención permanente y da espacio a tres personas con enfermedad mental”, informan. Una realidad patente que pone sobre la mesa que “no disponemos de recursos de alojamiento suficientes en el Valle de Ayala, y cuando cualquier persona con enfermedad mental precisa una mayor atención o alternativa residencial, nos vemos obligados a trasladarnos a Vitoria, que es donde se encuentran la mayor parte de recursos de alojamiento para este colectivo”, explican. A renglón seguido, añaden que la de la capital “es la única alternativa de la que disponemos y, en la mayoría de los casos, en contra de nuestro deseo de permanecer en nuestro entorno natural y familiar. Por eso queremos mostrar que esto no es un antojo, que esto condiciona nuestras vidas y limita nuestro desarrollo personal”, reiteran.

En este sentido, recuerdan que la Ley 12/2008, de 5 de diciembre, de Servicios Sociales, garantiza el acceso a los servicios del Catálogo de Prestaciones y Servicios del Sistema Vasco de Servicios Sociales (entre ellos, los recursos residenciales) como un derecho universal y subjetivo, cuyo cumplimiento reclaman. “Todas las personas que cumplen los requisitos de acceso a cada servicio o prestación económica del citado catálogo tienen derecho a tener una plaza en un recurso. Nosotros reclamamos estos recursos y su adecuada atención en nuestro entorno, reclamamos el respeto a nuestro arraigo social y la inclusión en nuestro entorno natural, con nuestras familias, amistades y entorno social”, sentencian.