Vitoria - Basta con entrar en la página web de cualquiera de las empresas de catering que gestionan cualquiera de los comedores de colegios públicos de Euskadi para ver cómo su filosofía de trabajo está plagada de mensajes como “la tranquilidad de comer en casa”, proveedores de la zona”, “compromiso con la comunidad” o “calidad y medio ambiente”. Sin embargo, “la mayoría de estas compañías utiliza mayoritariamente productos kilométricos e industrializados”, según revela el estudio Comedores escolares en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Cómo son y cómo podrían ser: calidad alimentaria, potencial educativo y vínculo local, de la Federación de asociación de madres y padres de la escuela pública vasca (Ehige) y VSF Justicia Alimentaria Global en Euskadi, que se ha desarrollado entre enero de 2015 y marzo de 2017, por el equipo multidisciplinar de la asociación Laia Ekosormena, tras analizar ocho centros vascos con diferentes modelos (seis públicos), a los que ha hecho un total de 250 entrevistas a Ampas, direcciones, personas responsables de comedor, alumnado, monitorado, cocineras y profesorado. En concreto, la investigación concluye que “si queremos que los comedores escolares públicos ofrezcan alimentos ecológicos certificados y de proximidad, con la producción actual, excepto los huevos, estamos muy lejos de ofrecer menús ecológicos de proximidad a todos los colegios públicos de la Comunidad Autónoma del País Vasco (CAPV)”.
De hecho, como resalta la coordinadora de Ehige, Lurdes Imaz, a este periódico, cuyo colectivo, a su vez forma parte de la iniciativa Gure platera, gure aukera, que reivindica un modelo de comedor escolar más sano, cercano y justo, “tenemos claro que lo que se come en las escuelas no es comida local, sino kilométrica. No hemos conseguido que las empresas nos digan dónde compran porque son muy herméticas. Entonces, como no nos han querido responder, hemos analizado diversos estudios y la información que tienen disponible en la página web. En todo caso, son centros de la red pública, ya que muchos de los datos necesarios para analizar de las escuelas privadas no se han podido lograr. Según nuestras conclusiones, utilizan productos industrializados y kilométricos y sólo compran un 10% al primer sector, pero eso no quiere decir que sea local, porque un primer sector también puede estar en Andalucía”.
Por tanto, para Imaz una de las propuestas es “apostar más por productores locales”, ya que -argumenta- las bondades de así hacerlo son múltiples: proporcionan una dieta fresca, de temporada, al mantener su punto óptimo de nutrientes, ya que se elabora con recursos naturales de la zona y por personas que viven en la región. Esto supone menos transporte, procesado, manipulación y embalaje, en contra del sistema industrial, “que consume hasta cinco veces más energía que el basado en la producción local y ecológica”. De ahí que “si el sistema alimentario escolar estuviera basado en comida ecológica y de proximidad, su impacto en la salud y en el entorno (local y global) sería muy diferente al que se deriva de un sistema alimentario industrial, en el que predominan alimentos que han recorrido largas distancias y que han sufrido procesos de transformación industrial”.
recomendaciones europeas El estudio también desvela que los padres también “quedan al margen” de la procedencia de los menús, pese a que quieren conocer la misma. “Las familias no reciben información del origen de los productos y de sus cantidades. Y, de hecho, hay recomendaciones europeas que dicen que hay que informar así”, matiza Imaz, para quien sería adecuado que se incluyera “por ejemplo, en la parte posterior de los folletos de los menús escolares que reciben los padres trimestralmente”, propone. Además, “no hay un aprovechamiento pedagógico del comedor, ya que éste no se incluye en el proyecto del centro”.
Se trata, en definitiva, de convertir el jantoki en un “espacio integral e integrador” y no sólo en un servicio de restauración, con cambios acompañados de políticas que apuesten “por un mundo rural vivo, mediante el impulso, a través de la Administración de la transición hacia un sistema agroecológico de proximidad”, insta el documento.
El estudio. La investigación de Ehige y VSF Justicia Alimentaria Global de Euskadi revela que “estamos muy lejos de ofrecer menús ecológicos de proximidad a todos los colegios públicos de la CAV”. El documento, que se presentará hoy a las 17.30 horas en el centro cívico de Zabalgana, propone un sistema agroecológico de proximidad para un modelo más “sano, cercano y justo”.
Álava. De acuerdo a esta investigación, en Álava son 13.718 personas las que hacen uso diariamente de los comedores escolares.
Lurdes Imaz es la coordinadora de la Federación vasca de asociaciones de padres y madres.