vitoria - Cada habitante de Rioja Alavesa generó una media de 592 kilos de residuos durante el año 2016, lo que supuso un total de 6.620 toneladas, un volumen del cual se intenta recuperar una cuarta parte para su reciclado y posterior valorización. Trasladando esas cifras al resto del territorio queda claro que la separación de los residuos orgánicos para su transformación en compost es uno de los grandes retos del departamento de Medio Ambiente, cuyo titular, Josean Galera, visitó ayer en Rioja Alavesa las experiencias que se llevan a cabo en la comarca.
El punto de partida fue Samaniego, primera localidad alavesa donde se llevó a cabo la experiencia de colocar compostadoras comunitarias. Un grupo de vecinos, 35 familias en total, depositó en ellas los restos de comida que, tras un proceso de descomposición, se convierte en mantillo que pueden usar en sus jardines o en los viñedos.
El siguiente punto en el que se puso en marcha fue en la ikastola de Lantziego, con servicio de comedor para unos 40 niños, lo que significa una equivalencia de unas treinta familias. Ello supuso una referencia para colocar los contenedores y posteriormente otros en el huerto del Fraile para uso de los vecinos, a petición de los mismos.
El tercer municipio que se embarcará en la idea es Lapuebla de Labarca. Según la alcaldesa, Maider Murillo, ya se están preparando en el exterior de la ikastola 8 composteras para recoger unos restos que equivalen a los residuos generados por 24 familias. Aunque en otras ikastolas el comedor es a través de catering, en Assa Ikastola se prepara la comida en la propia cocina del centro.
Experiencias similares se están comenzado a poner en marcha en otras comarcas, como son los casos de Montaña Alavesa, Valles Alaveses y Gorbeia. - P. J. Pérez