azazeta - Cansados de esperar una respuesta para ser recibidos en el Gobierno Vasco o en la Diputación para explicar sus temores ante la evidencia de una travesía muy peligrosa, los vecinos de Azazeta decidieron el fin de semana salir a protestar a la misma carretera. Como comentaban varias personas de las que participaron en la reivindicación pública, “la administración solo escucha cuando se la presiona”.

Y lo cierto es que ahora sí que ha escuchado, porque ayer mismo los operarios contratados por el Gobierno Vasco, que es de quien depende el semáforo disuasorio que se debe poner rojo cuando se circula a más de 50 kilómetros por hora, estaban revisándolo para comprobar su funcionamiento. Pero la realidad de la situación es la que traslada Iker, uno de los vocales de la Junta Administrativa de la localidad y uno de los organizadores de la protesta. “Hace seis años que comenzamos a solicitar a todas las autoridades que tomasen medidas para regular la velocidad de los vehículos que pasan por aquí, que en general no se respeta”. Ya entonces le dijeron que se había detectado ese problema hace tiempo y les facilitaron unas mediciones que habían realizado en las que se reflejaba que sólo el 5% de los vehículos pasaba a la velocidad permitida, un 15% lo hacía entre 50 y 70 kilómetros hora, y un 80% a más de 70 kilómetros por hora.

Los primeros en actuar tras la primera petición fue la Diputación Foral de Álava, que en el año 2013 colocó el sistema de radares, indicando la velocidad a la que se circula y recordando que solo está permitido ir por esa zona a 50 kilómetros por hora. Una medida que se agradeció pero “que se sabe de antemano que en general no se cumple”, según la misma fuente.

Tras ello se pidió un paso de peatones, semáforos con pulsadores, badenes, desvío de carriles? “Que hagan lo que tengan que hacer pero que sean medidas realmente eficaces”. Por eso, lo que de verdad sería la solución definitiva es una variante, que es la medida en la que más confían los vecinos. Hace ya 20 años, cuando se arreglo la carretera, se ofreció esa posibilidad, pero entonces fue rechazada por los responsables de la localidad, “porque entonces vivía muy poca gente en el pueblo y por la razón que fuera no quisieron que se ejecutara esa medida”.

Añade que a día de hoy la situación demográfica de la localidad ha cambiado muchísimo. “Azazeta se ha revitalizado, hay mucha gente joven y muchos niños y también cada vez más ancianos y aquí para el autobús de línea y el autobús escolar. Y, al igual que hay más vecinos, también hay más tráfico y mucha más velocidad”.

La situación la describe gráficamente contando que es una travesía en la que “la gente baja del puerto en una recta que en muchos puntos, como en la zona del pilón, hay muchísima visibilidad y los conductores bajan enfilados y los que suben el puerto, muchas veces también. Pero hay otros puntos, como en la zona de la panadería, donde para mucha gente, donde la visibilidad es casi nula”.

Visita de López Ubierna Allí mismo, en la panadería, relatan que hay personas que los fines de semana tienen que esperar casi 29 minutos para poder cruzar la travesía por el intenso tráfico, que no se detiene ante el hecho de que las personas vayan a cruzar, sencillamente porque no está señalizada esa prioridad. Por eso, una de las peticiones que se han trasladado al diputado foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, Josu López Ubierna, es que la Diputación instale un paso de peatones. Así se lo hizo saber al citado gestor el presidente de la Junta Administrativa el pasado martes y así se volverá a valorar mañana, cuando se celebre un encuentro en Azazeta entre el diputado y los vecinos para tratar de encontrar soluciones. Preparando esa reunión, López Ubierna estuvo ayer en la localidad “como un ciudadano más”, viendo las posibilidades de mejorar la seguridad. Una de esas posibilidades es la instalación del paso de peatones, pero la primera impresión es que no se puede instalar donde piden los vecinos, en la zona del pilón, por la falta de visibilidad. Su lugar sería en la zona de la iglesia y para ello es preciso construir unas aceras.

López Ubierna también recordaba que en el año 2016 se realizó un importante despliegue de señalización en la travesía, tanto de pintura horizontal como con luminosos y colocando bandas transversales.

Medidas adoptadas. Recientemente se ha pintado una línea amarilla en el centro de la carretera avisando del estrechamiento de la calzada para obligar a reducir la velocidad a los conductores. Pero hasta ahí puede llegar la Diputación. El resto de medidas, más drásticas, son las que le corresponden al Gobierno Vasco y aún no las ha tomado, como la colocación de radares de velocidad con cámara, que es una posibilidad relativamente eficaz, como comentan algunos de los ertzainas que habitualmente controlan la zona.