Vitoria - El pequeño respiro de la huelga de celo de la Policía Local, que se tradujo en un descenso en el número de multas y que supuso, según indicaron en su momento los representantes del equipo de gobierno municipal, el inicio de las negociaciones con el comité de trabajadores, ha concluido. Las denuncias vuelven a incrementarse y, de acuerdo con los últimos datos que maneja el Consistorio gasteiztarra, en el periodo comprendido entre el 1 de diciembre de 2017 y el 8 de enero de 2018, la Policía Municipal trasladó al área de Hacienda un total de 5.992 sanciones para su preceptiva tramitación.
La evolución de las denuncias impuestas por los agentes locales resulta de lo más ilustrativa. A lo largo de todo el mes de octubre de 2017, cuando aún no había estallado la crisis en la comisaría de Agirrelanda, se registraron 1.290 multas. La jornada en la que los guardias tiraron más de libreta fue el día 17, día en el que impusieron 290 sanciones.
El anuncio del inicio de la huelga de celo llegó a primeros de noviembre de 2017. Aquél fue el mes en el que los agentes supervisaron con especial esmero el modo en el que los peatones se desenvolvían a través de la ciudad y tramitaron nada menos que 6.266 multas. El día 15 se alcanzó la cifra récord de 1.123 sanciones y hubo otras dos jornadas en las que se rebasó el millar de recetas.
La semana pasada, los responsables del Departamento de Función Pública explicaron a los grupos políticos de la oposición que el volumen de multas se había reducido a unas 800 por semana, lo cual parecía anunciar el principio del fin de la huelga. Es más, el coordinador del área señaló que en otras ciudades de las características de Vitoria se imponen, de media, en torno a mil multas semanales.
Sin embargo, tras el rechazo mayoritario de la plantilla a la última oferta municipal, la solución a la crisis parece alejarse en el horizonte y, con ella, la tregua de las libretas. Por el momento, ni siquiera hay fecha para que Ayuntamiento y comité retomen las negociaciones. - A. Burdain