VITORIa - La residencia San Prudencio mantendrá sus características actuales hasta el 31 de diciembre de 2020, la nueva fecha fijada por el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación para que la gestión del complejo pase de manos municipales a forales. Así lo anunció ayer en comisión Peio López de Munain, edil de Políticas Sociales, después de confirmar que el Consistorio, al igual que el ente foral, tampoco abordará ningún tipo de reforma en el geriátrico mientras sea de su titularidad. En resumen, San Prudencio seguirá contando con 99 plazas para grandes dependientes, otras 72 para mayores autónomos o dependientes moderados y 40 más de centro de día.

“Los usuarios van a seguir igual que antes, siendo atendidos en las mismas plazas y con las mismas características. Nada cambia para ellos”, remarcó López de Munain tras ser cuestionado por Irabazi y el PP. A partir del 1 de enero de 2021, cuando los dependientes de grado I pasen a ser competencia exclusiva del Consistorio, el gobierno que esté al frente del Ayuntamiento decidirá en qué recursos son reubicados. Por de pronto, López de Munain remarcó que su área está “centrada” ahora en adecuar los servicios que sí son y van a ser de su titularidad cuando concluya el trasvase de competencias, como las viviendas comunitarias, los apartamentos tutelados o los servicios de atención diurna.

Óscar Fernández (Irabazi) cargó contra la tendencia “privatizadora” de las instituciones en este ámbito, mientras Ainhoa Domaica (PP) censuró que ésta vaya a ser una legislatura “en blanco” con San Prudencio. Cuestionado también por la cocina central municipal que ahora acoge San Prudencio, López de Munain avanzó su deseo de “sacarla fuera” cuando el centro pase definitivamente a manos forales. - C.M.O.