El panorama de la actualidad municipal aparca otro tipo de cuestiones y el debate presupuestario emerge al primer plano en busca de la vía que permita al equipo de gobierno (PNV-PSE) contar con unas cuentas aprobadas para el ejercicio 2018. “Descarto la posibilidad de una prórroga porque es el peor escenario posible para la ciudad. Abogamos y buscamos un acuerdo por el bien de Vitoria. Voy a explorar todas las posibilidades con PP y EH Bildu y me gustaría que fuera con los dos, pero es difícil”. Así de expeditivo y tajante arrancó el alcalde, Gorka Urtaran, en una poco habitual comparecencia en martes y en la que el futuro del proyecto de Presupuesto y sus derivadas fue uno de los dos únicos temas.

El lunes terminó el plazo para la presentación de las enmiendas por parte de los grupos de la oposición y se han registrado un total de 191 propuestas de mejora, procedentes de PP (80), EH Bildu (50), Podemos (36) e Irabazi (25), además de tres enmiendas a la totalidad de las tres últimas formaciones. Toca hoy sentarse a la mesa, a mediodía con EH Bildu, y a las 13.00 horas será el turno del PP para limar las asperezas que lleven al consenso de plasmar en realidad el proyecto presentado por jeltzales y socialistas hace ya un mes. Aprovechó Urtaran la ocasión para mostrar una “absoluta disposición al diálogo”, pero también marcar los planteamientos sobre los que van a girar las conversaciones que esta misma semana va a convocar.

realismo y concesiones Las dos condiciones que espera encontrar en los negociadores populares y abertzales nacen desde el “realismo y la disposición a ceder entre las partes”, concretó, como pilares que pueden llevar a los progresos en las reuniones. A lo largo de su comparecencia, se centró en exclusiva en las enmiendas y cantidades planteadas por las dos formaciones con las que pretende firmar los presupuestos y sin referirse en ningún momento a las de Podemos e Irabazi. “Las propuestas de PP y EH Bildu son por un valor de 18 y 20 millones de euros, respectivamente, lo que supone que estamos hablando de más de 3.000 millones de las antiguas pesetas”, enmarcó. Ante el calibre de esa cifra “planteada para el importante incremento en el gasto público”, contrapuso el regidor jeltzale la necesidad de encontrar una “fuente de financiación materializable y que no genere tergiversación”. Busca Urtaran fijar la manera de plasmar en las calles de la ciudad las partidas acordadas para no volver a recibir acusaciones de falta de ejecución e incumplimientos, como las que ha tenido que escuchar en estos dos ejercicios tras haber pactado con EH Bildu, Podemos e Irabazi los números de 2016 y 2017. “Un mayor gasto público conlleva explicar bien de dónde se detraen los ingresos”, recalcó el primer edil ante la posibilidad de tener que aplicar la tijera en algunas partidas concretas y recortar los gastos municipales en caso de aceptar las enmiendas planteadas por los dos grupos más numerosos de la oposición.

A la hora de sentarse a una mesa y cuando de negociar se trata, entre diferentes planteamientos e ideologías, “todas las partes deben ceder, incluido el gobierno, y nosotros estamos dispuestos a ceder”, asumió el alcalde de Gasteiz. Espera que también pueda encontrar esa disposición en abertzales y populares, pero remarcó su negativa a realizar concesiones en los denominados “proyectos estratégicos” de esta legislatura, como pueden ser la implantación del Bus Eléctrico Inteligente.

la cuestión de confianza Bajo estos condicionantes y premisas se abre hoy la negociación en el Ayuntamiento con el equipo de gobierno (PNV-PSE), junto a PP y EH Bildu como actores principales y con Podemos e Irabazi relegados a un papel testimonial y secundario. Dentro de estos límites marcados por Urtaran planeó en su comparecencia la sombra de una segunda cuestión de confianza y la posibilidad de agarrarse de nuevo a ella para sacar adelante el Presupuesto 2018. Toda la contundencia exhibida por el primer edil a la hora de descartar la posibilidad de una prórroga para el año 2018, se tornó en nebulosa e incertidumbre cuando fue cuestionado por este diario respecto esa vía de aprobación que dotó de las cuentas a Gasteiz este año. “No estamos en ese escenario y ahora hay que explorar las vías de conversación. Queremos llegar a un acuerdo presupuestario. Gero gerokoak”, esgrimió Urtaran con el popular dicho en euskera para evadirse de esa posibilidad. Rememoró sus tiempos en la oposición para recordar los acuerdos de presupuestos, ordenanzas fiscales y Plan Especial de Equipamientos firmados con el Partido Popular, que por entonces ocupaba la Alcaldía. “Cómo no voy a querer llegar a acuerdos, ahora que estoy en el gobierno”, se sinceró en una respuesta Urtaran.

Una vez concretada la posición negociadora del primer edil, los partidos quedan emplazados a retomar unas negociaciones que les ha llevado a verse las caras, en dos ocasiones, al equipo de gobierno con soberanistas y populares. La portavoz de esta última formación, Leticia Comerón, esgrimió el acuerdo de ordenanzas fiscales sellado con PNV y PSE en septiembre para corroborar la disposición a negociar del PP. “El hecho de que haya descartado una prórroga nos hace pensar que lo que quiere realmente Urtaran es acudir de nuevo a la cuestión de confianza”, avanzó. “Lo que ha demostrado hasta el momento es que no tiene ningún interés en llegar a un acuerdo con el PP porque su predisposición es mínima”, reprochó ayer.

enmiendas de podemos e irabazi Las dos formaciones restantes del arco político municipal, Podemos e Irabazi, desgranaron el contenido de las 62 enmiendas parciales, y dos a la totalidad, respectivamente, que entre ambos han presentado y que contienen partidas por un global de 15,3 millones de euros. En el caso de Podemos su planteamientos, por valor de 8,3 millones de euros, inciden en “vivienda, pobreza, movilidad, barrios nuevos, igualdad, política de subvenciones y salarial”, explicaron. Su portavoz, Jorge Hinojal, desgranó las “circunstancias que nos han arrastrado a este escenario”, lamentó, y que no son otras que el “acuerdo de ordenanzas fiscales entre PNV, PSE y PP, que reduce la capacidad de generar ingresos. La imposición de proyectos como los del bus eléctrico y tranvía al sur, que no responden a demandas ciudadanas y el incumplimiento del último acuerdo”, enumeró. En esta tesitura, Podemos “marcó a Urtaran cuatro condiciones para un debate que sólo podría llevarnos a una abstención y así se lo transmitimos en la primera y única reunión mantenida con el alcalde”, desveló.

Por su parte, las 25 enmiendas parciales presentadas por Irabazi suponen cerca de siete millones de euros. La iniciativa de Ezker Anitza-IU y Equo Berdeak propuso eliminar la partida de ampliación del sur del tranvía, los patrocinios del deporte profesional y ajustar las partidas del MasterPlan”, concretó Óscar Fernández. Irabazi votó a favor de las cuentas en 2016 y se abstuvo en las de 2017. “La realidad ha sido un nivel ínfimo de ejecución, que apenas ha llegado al 10%. El alcalde no ha cumplido su palabra y no ha habido voluntad de tener de fondos para nuestras partidas”, terminó.

Calendario en marcha. El ritual presupuestario sigue su curso después de cerrarse el lunes el plazo de presentación de enmiendas. Las conversaciones entre gobierno y oposición deben sucederse en las próximas semanas para tratar de encontrar un punto de acuerdo. El calendario de tramitación marca que en la Comisión de Hacienda, del 11 y 12 de diciembre, se votará el dictamen de las 191 enmiendas y antes de esa fecha se podrá comprobar si hay un acuerdo que permita llevarlos adelante.