vitoria - El paisaje urbano de Gasteiz ha experimentado una colorista mutación en los años recientes gracias a la intervención de un buen puñado de artistas y al impulso institucional. El Casco Viejo y su docena de murales son el principal ejemplo de esta transformación, aunque otros barrios como Zaramaga o más recientemente Judimendi también se han reinventado a golpe de brocha y pincel. Por fortuna, no serán los únicos. Según ha sabido este periódico, Ariznabarra y el centro de la ciudad estrenarán a lo largo de 2018 en sus fachadas sendas obras colaborativas a las que se sumará una tercera en el exterior del colegio Ramón Bajo, ya prevista aunque paralizada desde hace meses a la espera de financiación.
Es el resultado del flamante concurso público impulsado por el gobierno municipal para extender el paisaje muralístico de la ciudad a tres nuevas ubicaciones, que ampliará su dotación hasta los 90.000 euros -30.000 por mural- fruto del último acuerdo presupuestario alcanzado con Podemos. Tras la apertura del proceso a todos los artistas de la ciudad, la empresa Werckmeister S.L., ideóloga del proyecto La Ciudad Pintada, se encargará de realizar la obra que decorará el exterior del centro escolar del Casco, así como la que se realizará en Ariznabarra. La del centro, que nace con la vocación de convertirse en el primer mural sonoro de la capital alavesa, llevará la firma de un equipo encabezado por la artista Irantzu Lekue, que logró la puntuación más alta en el concurso.
Comenzando por el proyecto más avanzado y el que primero se hará realidad, el que llenará de color Ramón Bajo, será un mural que reflejará la historia colectiva del colegio y del barrio, la labor de todo su engranaje social como eje vertebrador. Una iniciativa que partió del colectivo de madres y padres (AMPA) del centro y que Verónica Werckmeister hizo suya tras numerosos encuentros con el tejido asociativo de la almendra.
El mural, eso sí, estará dirigido por otro u otra artista aún por determinar, como ya ha sucedido en las últimas experiencias de La Ciudad Pintada. Al margen de los voluntarios, Werckmeister espera contar también con la colaboración de las Brigadas de la Brotxa, jóvenes a los que se contrata para colaborar en las labores de pintado mediante un plan de empleo. “Esperemos que el mural esté hecho para marzo siempre que el tiempo acompañe”, avanza la artista estadounidense afincada en Gasteiz.
bienvenida con arte y música Algo más habrá que esperar, hasta junio si se cumplen sus previsiones, para que la obra ideada por Irantzu Lekue se sume al paisaje muralístico de la ciudad, aunque la demora seguro que también merecerá la pena. “Queremos trabajar y mejorar la experiencia de ciudad desde el arte y la innovación. La llegada a Gasteiz desde Renfe es fría, oscura y podemos mejorarla. ¿Por qué no dar la bienvenida con arte y música? Es pionero y estamos trabajando en ello”, avanza la artista vitoriana.
La ubicación del mural todavía no es definitiva, aunque sí se puede avanzar que contará con un dispositivo de audio acotado a determinadas horas del día para que quien lo desee, al acercarse a él, pueda “conocer Gasteiz a través de la música”. Un proceso participativo ya en marcha, en el que están tomando parte personas vinculadas a la música coral de la ciudad como Carmen Martínez Guerra, Josune Barandiaran o Maite Gómez Etxebarria y que implicará también a los vecinos, servirá para determinar, entre otras cosas, su emplazamiento final. La obra irá a una pared de la calle José Erbina, junto a la estación de tren, o a otra en el Paseo de la Música, en el muro que precisamente da soporte a las vías. Su nombre será Bienvenida-Ongi Etorria. El equipo de Lekue trabajará de la mano de distintos colectivos sociales en el pintado del mural. “Hemos querido dar una vuelta a los procesos participativos y hacerlos más inclusivos”, apunta Lekue.
La tercera creación que saltará a la pared en los próximos meses gracias al apoyo institucional llegará a un barrio que, como remarca de nuevo Werckmeister, “necesita una expresión de su personalidad, al igual que Zaramaga”. Se trata de Ariznabarra, donde una vieja aspiración de parte del vecindario va a hacerse por fin realidad en forma de mural. No en vano, el proyecto de presupuestos participativos de Gasteiz (Hobetuz) avaló técnicamente la realización de una obra de estas características en el barrio, pero finalmente la propuesta quedó eliminada en las votaciones. Poco se puede avanzar todavía sobre este mural, ni siquiera la pared en la que se ubicará, aunque Werckmeister avanza que ya hay “varias identificadas”.
Ramón Bajo. El proyecto más avanzado se encontraba a la espera de financiación. Lo realizará Werckmeister S.L. en una pared exterior del colegio del Casco.
Ariznabarra. La artista impulsora de ‘La ciudad pintada’ baraja varias opciones en el barrio, que ya apostó por un mural en ‘Hobetuz’.
Centro. La obra encargada a Irantzu Lekue se ubicará en José Erbina, junto a Renfe, o en el Paseo de la Música. Será el primer mural sonoro de la ciudad.