VITORIA - La negociación presupuestaria ya está en marcha en los despachos y pasillos municipales en busca del apoyo necesario que permita al equipo de gobierno (PNV y PSE) sacar adelante el proyecto de 377 millones de euros presentado el 24 de octubre. Se ha enfrascado el alcalde, Gorka Urtaran, en un proceso de conversaciones que le lleve a ejecutar durante 2018 los terceros presupuestos de su legislatura. La situación de los cinco ediles jeltzales y cuatro socialistas es de clara minoría al contar con solo un tercio del total de los 27 concejales del Pleno. Obligatoriamente debe Urtaran encontrar ese apoyo que le permita alcanzar la mayoría absoluta (14) y dar luz verde a su capítulo económico y de actuaciones para el año venidero.

A lo largo de estos 12 días transcurridos desde la presentación del proyecto se ha completado una primera ronda de contactos con las cuatro fuerzas que tienen representación municipal (PP, EH Bildu, Irabazi, Podemos) y que no ha ido más allá de un mero planteamiento de las respectivas posiciones de cada uno de los partidos.

Dos vías de aprobación Corresponde a Gorka Urtaran determinar el camino que decide en esta ocasión para aprobar el Presupuesto, después de haber explorado, en los dos años precedentes, dos vías diferentes. Tras auparle a la Alcaldía, en la tensa mañana del 13 de julio de 2015, caminó durante ese primer ejercicio con el apoyo y respaldo de las fuerzas del cambio. EH Bildu, Podemos e Irabazi le brindaron los votos necesarios para aprobar el Presupuesto del año 2016. Se consumió el ejercicio, en medio de alertas y avisos desde la terna de partidos, de no estar ejecutando el gasto y las partidas acordadas al ritmo previsto. El panorama viró hacia una situación de ruptura del entendimiento durante la fase negociadora de hace doce meses. EH Bildu se enrocó en el incumplimiento y la falta de ejecución de sus partidas para plantarse en cualquier atisbo de negociación presupuestaria. De hecho, los soberanistas no llegaron a plantear ninguna enmienda al proyecto del año en curso y se limitaron únicamente a pedir la devolución del mismo. Desde las otras dos formaciones que apoyaron a Urtaran en su primer ejercicio (Podemos e Irabazi) se mantuvo la confianza para alcanzar un acuerdo en una serie de partidas, a cambio de la abstención en el camino de ratificación.

No hubo tampoco manera de tender puentes de entendimiento y consenso con el Partido Popular a la hora de encontrar puntos en común. Ante esa situación, el proyecto de Presupuesto 2017 fue rechazado en el Pleno y el regidor jeltzale optó por un vericueto legal, nunca usado hasta la fecha en el Ayuntamiento, como la cuestión de confianza. Lanzó ese órdago Urtaran confiado en la imposibilidad de que los dos grupos mayoritarios (PP y EH Bildu) fueran capaces de alcanzar el acuerdo para presentar una moción de censura conjunta. Con esa maniobra y, en virtud de su voto de calidad como alcalde, deshizo el empate final en la votación para ganar la cuestión de confianza y ver aprobado el Presupuesto para el año en curso.

mirada a los extremos El reloj que ha de desembocar en la aprobación de los grandes números ya está en marcha y las primeras bases ya se han colocado en la ronda inicial de conversaciones. Urtaran ya avanzó en una entrevista a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA su firme propósito de “pactar con quien haga falta los Presupuestos, si es bueno para Gasteiz”, según enfatizó. Deslizó otra de sus intenciones al señalar que la única posibilidad que contempla es la del “acuerdo” para que los números logren la aprobación en el Pleno.

Ante esa tesitura se coloca el alcalde en la necesidad de tener que mirar a izquierda (EH Bildu) o derecha (PP) para encontrar los votos de los dos únicos socios que le garantizan una salida satisfactoria. La vida municipal se sumerge ahora en una serie de guiños en busca de encontrar esa pareja ideal. Por el camino ya se han dado acuerdos significativos como el consenso entre el equipo de gobierno (PNV y PSE) con los populares a la hora de cerrar un acuerdo que permite sacar adelante las ordenanzas fiscales. Este primer gran acuerdo de la legislatura con el PP no significa que vaya a darse el mismo entendimiento en la cuestión presupuestaria. De hecho, ya ha vuelto a generarse la polémica en la vida municipal entre ambas formaciones en diferentes cuestiones como la modificación del Plan General de Ordenación Urbana en el solar de Manuel Iradier 53 o en el uso final que va a tener el recuperado inmueble de la gasolinera Goya en el parque de La Florida.

En el otro extremo de la horquilla se sitúa la posibilidad de volver a reeditar un acuerdo con EH Bildu, como sucedió en 2016. Las posturas siguen también enconadas entre ambos partidos, pero se han evidenciado ligeros movimientos como la común idea de que el tráfico debe soterrarse en América Latina, aprovechando las obras de implantación del Bus Eléctrico Inteligente (BEI). En este punto del revolucionario autobús eléctrico, el acuerdo es común para dar un paso más en busca de la movilidad sostenible. También en el punto del edificio Goya el equipo de gobierno accedió a la petición de EH Bildu para crear un grupo de trabajo que determine la mejor actividad que puede ocupar ese histórico edificio.

En la misma entrevista con este diario, el alcalde puso sobre la mesa tener “abiertas todas las posibilidades” para sacar adelante el proyecto sin descartar siquiera la cuestión de confianza. Legalmente puede volver a recurrir a esta herramienta para sacar de nuevo adelante las cuentas, pero sería la última ocasión en que podría aferrarse a ella, ya que la legislación no permite plantearla en 2019, el último año de su mandato.

Un tercio del Pleno. El equipo de gobierno, PNV y PSE, se encuentra en situación de minoría al tener solo un tercio (9) de los 27 votos que componen el Pleno. Los cinco ediles jeltzales y los cuatro socialistas sitúan al gabinete Urtaran en una situación que le lleva a tener que buscar acuerdos para sacar adelante las cuentas de 2018.

Los apoyos. Las vías de acuerdo se sitúan a la derecha o a la izquierda del arco político en función de la formación que pueda terminar brindado el apoyo necesario. El PP cuenta con nueve concejales, como grupo más numeroso, y EH Bildu tiene seis ediles del Pleno.

Los precedentes. En los dos Presupuestos previos de su legislatura, Gorka Urtaran ha escogido dos vías diferentes para sacarlos adelante. Después de acceder a la máxima responsabilidad, en 2016, optó por un acuerdo con las formaciones de izquierda, EH Bildu, Podemos, Irabazi, como pasaporte para aprobar los números. Para desarrollar el Presupuesto en curso recurrió a la cuestión de confianza y su voto de calidad para lograr la aprobación.

la cifra

377,4

Millones de euros. El proyecto de Presupuesto ha crecido un 4,45% y dispone de 16 millones más.