vitoria - El vecindario del Casco Viejo de Gasteiz, y más específicamente el de la calle Santo Domingo, volvió a reivindicar ayer la “recuperación” de esta popular vía tras el reciente desalojo de una decena de sus residentes, a su juicio sólo un paso más dentro de su progresiva -y calculada- degradación. Pese a que el requerimiento municipal se precipitó por el riesgo de derrumbe de dos bloques de la calle, los vecinos denunciaron de nuevo a sus puertas, como ya hicieron el pasado jueves, que existe un “plan” urdido desde las instituciones para desertizar Santo Domingo y, posteriormente, reconstruirla desde cero y atraer a un nuevo vecindario con poder adquisitivo y a un comercio más elitista. En definitiva, un incipiente proceso de gentrificación ante el que han decidido ponerse manos a la obra.
Tras las pancartas, en las que los asistentes volvieron a poner de relieve el “abandono institucional” que sufre la zona, y armados también con silbatos o tapas de cacerolas para hacer ruido, la concentración supuso el punto de partida de una campaña impulsada por el colectivo vecinal Gasteiz Txiki con la que busca “recuperar esta calle” mediante la “denuncia y la solidaridad”. No faltaron vecinos de todas las edades y procedencias, un fiel reflejo del mosaico cultural de Santo Domingo, que con los años se ha visto sacudida por la guetización y la conflictividad, con un Ayuntamiento que -aseguran- “deja que se pudran los conflictos vecinales”. “Sólo encontramos una explicación para este abandono. Santo Domingo es una calle muy golosa por su ubicación, en una de las entradas del Casco y junto a la Catedral, pero para hacerla más atractiva tienen que conseguir desertizarla antes. Es decir, que el actual vecindario y comercio la abandone y, construyendo nuevos edificios, atraer una población más pudiente”, denunció el jueves el portavoz vecinal Manu Arakama.
Según los cálculos de Gasteiz Txiki, de las más de 40 lonjas y locales de la calle Santo Domingo sólo cerca de una decena tiene actividad, aunque no sea comercial. A pesar de esta circunstancia, la vía se ha quedado recurrentemente fuera de los planes de rehabilitación urbana impulsados desde las instituciones, a diferencia de lo que ha sucedido en otros rincones del Casco. Además, cinco de sus 39 edificios se encuentran ya con la catalogación de en situación de ruina, a los que pronto se sumarán 18 más si no son sometidos a una “intervención profunda”. Pese a todos los problemas, los asistentes insistieron en que no pararán para hacer frente a la “dejación de funciones” de los representantes municipales y lograr una Santo Domingo viva.