dulantzi - Reivindica la identidad de la comarca y sus productos. Éste fue el principal objetivo de la cuarta edición del Lautada Eguna que se celebró ayer en la localidad de Dulantzi para apoyar a los productores locales, artesanos y artistas de la Llanada oriental.

La plaza del Ayuntamiento de Dulantzi se convirtió durante la mañana en un magnífico escaparate para productores, artesanos y artistas de la Llanada Alavesa en una organizada por la Asociación de Desarrollo Rural.

Cerca de una treintena de puestos, media docena más que en la anterior edición, como esencia de una tierra de paisajes inolvidables, coquetos caseríos, bellas iglesias románicas, buena gastronomía, tradiciones convertidas en fiesta y abundantes servicios. Una comarca enclavada al este de Álava con una gran calidad de vida y en la que las gentes que la habitan, pertenecientes a ocho ayuntamientos (Agurain, Dulantzi, Asparrena, Zalduondo, Barrundia, Elburgo, San Millán e Iruraiz-Gauna), han sabido mantener viva la tradición y subirse al carro de la modernidad como se demostró ayer en la cuarta edición del Lautada Eguna.

Entre los artistas de la comarca se encontraba Benito Ocáriz que, por tercer año consecutivo, acudió a la cita de reivindicación local con su colección de piezas de madera. Bastones, dedales, llaveros, cucharas o palilleros formaban parte de un stand cuyos productos han sido por sus manos durante los últimos quince años de manera autodidacta. No dudaba en enseñar a los que se acercaban al puesto el álbum familiar de madera en el que con los años ha incluido las imágenes de sus tres hijos y ahora de sus nietos. Por su manos los simples palos se convierten en auténticas obras de arte, auténticas filigranas que parecen cobrar vida en el impresionante realismo de sus caras.

La cuarta edición del Lautada Eguna comenzó a las 8.00 horas con una salida de Nordic Walking desde el polideportivo para visitar el castro celta de Henaio y la ermita de Aiala. En total un recorrido de ocho kilómetros donde una veintena de participantes pudo disfrutar del paisaje y la historia que rodea la localidad, en definitiva: “la belleza de la Llanada”.

Actualmente, la comarca cuenta ya con 37 rutas de Nordic Walking adaptadas a todas las edades y gustos. Los siete centros Nordic Walking que conforman la red se encuentran en los municipios de Salvatierra, Barrundia, Dulantzi, Elburgo, Iruraiz-Gauna, San Millán y Asparrena, y con 360 kilómetros de recorrido conforman el conjunto de rutas de marcha nórdica más extenso de Europa. Desde Elburgo hasta Ilarduia, pasando por Alegría y San Román o desde Barrundia hasta Egino pasando por Zalduondo. Todos sus vecinos y visitantes fueron bien recibidos en Dulantzi en una jornada que no tiene otro fin que “exaltar la cultura, el producto y la artesanía local”, según explican desde la organización.

Tras la apertura protocolaria los asistentes comenzaron su visita a los puestos. Los más txikis se decantaron por el taller de cocina preparado por Slow Food Araba. Con una espátula en la mano y sus gorros de cocineros, los peques de la casa elaboraron ricas tapas de verdura a la plancha. Brócoli, zanahoria o coliflor fueron algunas de las verduras locales cocinadas. Hubo a quien el gorro de cocinero le quedaba grande y no le dejaba ver cómo preparar el plato. Precisamente, promocionar los productos de los agricultores locales era uno de los objetivos principales de la cuarta edición de este Lautada Eguna. “Dar visibilidad a la gente de aquí, crear una feria de la comarca en la que estuvieran presentes los artesanos y productores locales”, explican desde la organización. La lluvia y el fuerte viento que soplaron en la plaza deslucieron el evento. Txus expuso sus pendientes, collares y pulseras, Ana Mari sus rico queso de Munain, Belén las bondades de las cremas regeneradoras de la asociación Argia de Elburgo, Joseba mostró las verduras de su huerta de Adana, Ainhoa acudió con su plantas para tisanas, o los miembros de la pastelería de Araia su suculento pastel vasco o pan casero, entre otros. Rodeado de embutidos, queso, alubias, flores, plantas medicinales y collares, el puesto de Ekaia ponía el punto ecológico y sostenible a la jornada. La gestión de residuos y el reciclaje de materia orgánica para la creación de compost de Mertxe Miguel.

Pero no sólo los puestos consiguieron atraer la atención de los visitantes a la feria, sino que el concierto que las cinco corales de la Llanada ofrecieron en la iglesia de San Blas congregó a un buen número de personas. El grupo Erkametza de Elburgo, la coral Aiala de Dulantzi de voces blancas, la agrupación Eguzkilore de Agurain, Araiako Abesbatza, de Asparrena, y el coro Kataliturri de Barrundia llegaron a Agurain tras haber participado conjuntamente en Dulantzi en 2011, en Araia en 2013, en Elburgo en 2014, en Ozaeta en 2015 y en Agurain en 2016.

Pequeños y grandes tuvieron la oportunidad de fotografiarse en el photocall con dos cabezas de cartón piedra y visitar la exposición ¡A que te pillo!, con una colección de los cabezudos y cabezudas de las diferentes localidades de la Llanada.