Era la una y media de la madrugada cuando una mujer alemana lograba regresar a su hotel en Laguardia tras ser rescatada de uno de los lugares más complicados de Sierra Cantabria por los servicios de salvamento. Estuvo perdida en una jornada de frío y lluvia.

Todo comenzó sobre las dos de la tarde, según indicaban ayer oficiosamente desde la comisaría de la Er-tzaintza de la villa de Rioja Alavesa. Entonces, la mujer se dio cuenta de que estaba sola, perdida y en una zona muy peligrosa, conocida como la Cruz del Castillo, aunque sin precisar el lugar exacto. Avisó al 112 pidiendo ayuda para regresar a Laguardia. Inmediatamente se dio la voz de alerta en la comisaría y se movilizó a una unidad hacia el lugar donde podía estar.

Viendo las complicaciones que iba a tener el rescate se avisó también a los bomberos de la UCEIS de la localidad. El responsable de turno confirmaba que “a nosotros nos han movilizado sobre las siete menos cuarto de la tarde, aunque para esa hora la Ertzaintza ya estaba trabajando. La patrulla que había subido en primer lugar llevaba a un agente que conocía la zona, porque ya había participado en el rescate de los fallecidos en un accidente aéreo en el año 2006”.

Precisamente, ésa era la razón de la presencia de la mujer en esa zona tan complicada. Según relataba el responsable del parque de la UCEIS a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, el 17 de octubre del año 2006 hubo un accidente de una avioneta y el marido de esta señora había fallecido en ese lugar. “Al parecer ya ha venido varias veces, pero esta vez se ha despistado o se ha metido en una zona más complicada y al final no podía ni subir ni bajar”, relataba el bombero.

El ertzaina que llegó con la primera patrulla al lugar fue quien la localizó, ya que conocía el terreno. Luego los bomberos tuvieron que localizarle a él y a la señora, “gracias a que nos ha mandado su posicionamiento a través de coordenadas por el móvil. Cuando hemos llegado, que ya era de noche, hemos facilitado también apoyo al equipo de rescate de montaña de la Ertzaintza. Después, entre todos, hemos ido bajándola poco a poco. Y hemos completado el rescate sobre las doce y media de la noche”.

El problema es que el lugar en el que se había quedado atrapada es un espacio con mucha pendiente, con una zona de cortado más abajo. Por arriba tampoco se podía salir. Allí no hay carreteras, ni caminos ni lugares donde protegerse y el regreso se tuvo que llevar a cabo despacio, caminando de noche y lloviendo, hasta poder aproximarse a los vehículos de salvamento.

El responsable de los bomberos destaca que “la señora tenía mucho frío pero el ertzaina que la ha encontrado le ha dejado su chaqueta. Luego el grupo de rescate ha llevado también ropa. Cuando hemos llegado la hemos dado una barrita energética y algo de agua y luego la Ertzaintza ya ha llevado más alimentos. Ella se ha tranquilizado cuando ha podido ver que había podido salir del apuro”.

No era la primera vez que esta mujer acudía en solitario hasta el lugar donde hace once años perdió la vida su marido en un accidente aéreo. Ocurrió el 17 de octubre de 2016, cuando dos empresarios alemanes, un hombre y una mujer, y el piloto de la avioneta en la que viajan se desplazaron hasta el aeropuerto de Agoncillo, cerca de la capital riojana. En Logroño, los empresarios se reunieron y comieron con otros empresarios riojanos y sobre las cuatro y media de la tarde los tres iniciaron el regreso a Düsseldorf en la avioneta Piper 32 modelo Saratoga, con capacidad para seis personas. En esa primera parte del vuelo se dirigían a Foronda, para llenar el depósito de combustible, ya que en Agoncillo no había surtidor.

La avioneta sobrevoló Viana y parte de Rioja Alavesa y al no contactar con la torre de control de Foronda, a las seis y cuarto de la tarde se dio el aviso a los servicios de emergencia para que trataran de localizarla. En el operativo participaron helicópteros de la Guardia Civil y de la Ertzaintza y fueron los primeros quienes localizaron los restos de la avioneta estrellada en un lugar de muy difícil acceso, cerca de la cima de la Cruz del Castillo, de 1440 metros de altitud y el Portillo del Tiro, el paso natural entre Lagrán y Laguardia. Al no poderse aproximar a causa de la difícil orografía y al estar oscureciendo un guardia civil saltó a tierra y comprobó que los tres habían fallecido, por lo que el rescate se llevó a cabo al día siguiente. Se da la casualidad de que muy cerca de ese lugar hubo otro accidente aéreo el 28 de enero de 1982 cuando una avioneta de la organización del rally París-Dakar, que realizaba un vuelo entre Málaga y París, también colisionó con la sierra falleciendo sus dos ocupantes.

Año. Una avioneta camino de Foronda se estrelló en Sierra Cantabria con tres personas a bordo. Fallecieron los tres, de origen alemán.

año. El 28 de enero de 1982 una avioneta del rally París-Dakar también colisionó con la sierra. Entonces fallecieron sus dos ocupantes.