amurrio - Ella nació en 1942 en Lezama; el mismo pueblo ubicado en la subida de Amurrio a Altube que, dos años antes, había visto nacer a quien iba a convertirse en su marido y padre de sus dos hijas, Edurne e Itziar, y allí siguen. Se llaman Teresa Ibarrola y Eugenio Abasolo, y son dos de los cuatro pastores que Amurrio homenajeará el domingo, en el marco de la celebración del XXIV Artzain Eguna.

Sin duda, se lo merecen, tras toda una vida de trabajo dedicada al cuidado de un rebaño de, aproximadamante, 200 ovejas, aunque no siempre ha sido así. De hecho, Eugenio, que ha compaginado este duro oficio con el trabajo en la fábrica, comenzó de pastor a los ocho años “trabajando de criado para un vecino” que, como pago, le iba regalando alguna cordera con las que, para los doce años, fue formando un rebaño propio que pastoreaba en Sierra Salvada, tras arrendar una txabola en Kobata.

Su mujer, Teresa, también se inició en el mundo del pastoreo a corta edad, pues “con cinco años ya ordeñaba las ovejas y las vacas de la familia y, como no podía con la cantina, usaba una lata grande”, recuerda, la que tampoco ha olvidado los peregrinajes con las ovejas a Basabe en Valdegovía o a Legarda en Foronda en busca de pastos, con ayuda de sus tres cuñados, o “el frío que pasábamos, ya que antiguamente se ordeñaba en el monte y no en la cuadra, ni con ordeñadora, como ahora”, relata con cariño a sus nietos para que sean conscientes de cómo han cambiado las cosas. Lo hace mientras ordeñan. Una actividad de la que aún disfruta “enormemente”, aunque hace ya unos años que su hija Itziar tomó las riendas de la explotación familiar, donde trabaja arduamente por la conservación e impulso del pastoreo y el mundo rural como ha visto siempre en casa.

Desde Arana y Aramaio Junto a ellos también recibirán su reconocimiento María Luisa Corres de San Vicente de Arana (1937) y María Luisa González de Audikana, de Olaeta (1944). La primera, a sus casi 80 años, ha visto tomar el relevo de su ganadería y quesería dos veces. Primero en manos de uno de sus cuatro hijos y, en la actualidad, en las de su nieto Josu, que también ha heredado ese amor por el mundo rural y las cosas bien hechas.

La vida de González de Audikana, pese a ser la más joven de los cuatro, (cumplirá el próximo lunes 73 años), no dista mucho de la de sus compañeros de homenaje. En concreto, María Luisa, natural de Otxandiano, lleva dedicada al pastoreo y a la oveja latxa desde que se casó con Lucio Unda y se trasladó a vivir a Olaeta. “Empezamos con un rebaño de ovejas para lana que nos regaló mi suegra y, una vez que sacamos adelante a la familia, nos decidimos a comenzar a hacer quesos, en lugar de vender la leche”, explica. Eso ocurrió en los años 90, cuando montaron su propia quesería adscrita, desde sus inicios, a la denominación de origen Idiazabal y a Artzai Gazta y, en la actualidad, en manos de su hija Maider. No obstante, María Luisa, aunque jubilada, no se ha desligado de la profesión y sigue acudiendo a vender quesos de feria en feria “porque es una parte indispensable de mi vida”, argumenta.

Además del homenaje a estos pastores, la fiesta del domingo en Amurrio albergará desde las 10.00 horas concursos de queso y ganado ovino, un mercado baserritarra y artesano paralelo, así como el campeonato de perros pastor que cerrará el programa a las seis de la tarde. En la cita tampoco faltarán demostraciones de elaboración de queso, ni degustación de este producto y de derivados de oveja como el ardiki y el gaztazaharra; así como exhibición de esquileo tradicional y neozelandés, música ambiente, y un sinfín de exposiciones de maquinaria agrícola, fotográficas y etnográficas relacionadas con el pastoreo. Lo que no habrá esta edición es comida popular, ya que se ha sustituido por una degustación de oveja, al precio de un euro la bandeja.