Zuia - El abastecimiento de agua potable en el municipio de Zuia es un problema recurrente que se arrastra desde hace décadas y que se encuentra todavía a la espera de una solución. El agua escasea en determinadas épocas del año y en ocasiones se han planteado restricciones que podrían estar definitivamente solucionadas con la construcción de una balsa, que se ha anunciado en varias ocasiones.

El Ayuntamiento de Zuia da servicio al 80% de la población de la población del municipio, según se recuerda en el último ejemplar de la publicación Zubia, que edita esta corporación municipal. Abastece, en concreto, a los núcleos de Murgia, Sarria, Ametzaga, Bitoriano, Gilierna, parte de Markina, a los caseríos de Altube y, en ocasiones puntuales, a Lukiano. Para ello, se toma el agua desde la captación situada en la cabecera del río Baias, en el término de Arkarai, con la ayuda puntual del sondeo situado en Markina.

Por lo tanto, la red de abastecimiento está formada por la captación de Arkarai y el sondeo de Markina citados, además de los depósitos de Santa Marina, Bigiliano, Altube y Gilierna. Sin embargo, en verano el agua no alcanza para cubrir la demanda, de forma que el Ayuntamiento se ve obligado a aconsejar un consumo moderado y responsable, y en años anteriores se han llegado incluso a producir restricciones en determinadas horas del día. Es más, con ese abastecimiento se llega a dejar al río Baias en una situación extremadamente grave, sin apenas caudal biológico y totalmente seco en algunas zonas del cauce. Una situación grave, que además resulta paradójica ya que el municipio está situado en las faldas de Gorbeia y se da la circunstancia de que, en determinadas épocas del año, los ríos de la zona transportan mucho más caudal del que pueden, añade la mencionada publicación.

Ante esta situación, el Ayuntamiento entiende que deben priorizarse proyectos para solucionar el problema del agua en Zuia, y señala que en lugar de otras inversiones que contemplan la construcción de grandes instalaciones destinadas al riego, como es el caso del embalse de Barrón, que nadie reclama ni necesita, y cuyo presupuesto multiplica por 10 el que supondría una balsa de recogida de agua para el municipio, se solucione antes lo que mantiene en vilo a este municipio y a sus habitantes.

Además, esta institución local no se ha limitado a esperar una solución. En el marco de sus competencias, ha realizado importantes mejoras en la red de conducción y también en los depósitos de almacenamiento y tratamiento. De hecho, este año concluirá la renovación de casi dos kilómetros de canalizaciones en la travesía de Domingo de Sautu; una obra en la que se sustituirán las viejas tuberías de fibrocemento, obsoletas y con problemas de fugas.

Recuerdan que hace años la propia URA elaboró un proyecto para construir la balsa de Zuia, que nunca se llevó a cabo argumentando falta de financiación. Y ya antes, en 2007, las normas subsidiarias de la localidad estuvieron paralizadas por la Diputación, en tanto no se solucionara el problema del abastecimiento. Se consiguió desbloquearlas tras el compromiso adquirido por la exconsejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, para realizar la balsa. Sin embargo, el proyecto no se llevó a cabo.

Diez años después, en 2017, temen encontrar el mismo problema y anticipan en Zubía que el Ayuntamiento empieza ahora a redactar el nuevo Plan General de Ordenación Urbana -antiguas normas subsidiarias- y, ante sus reiteradas preguntas, tanto a URA como a Diputación, sobre cuándo van a abordar el problema estos plantearían una solución para el periodo 2021-2024.

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Zuia ha hecho llegar a la Diputación Foral de Álava una serie de peticiones, dentro del Plan Director de Abastecimiento y Saneamiento del Territorio Histórico de Álava 2016-2026, entre las que se propone que el plan incluya una solución, acordada entre todas las partes que garantice el abastecimiento de agua del valle; que la solución respete y responda a las verdaderas necesidades de nuestro municipio, y que se aborde a la mayor brevedad posible, en lugar de postergar la solución para el periodo 2021-2024, como prevé Diputación, considerando el problema menos prioritario.