lantarón - El sacerdote y euskaltzale Koldo Larrañaga falleció ayer a los 94 años de edad. Su trabajo quedó patente por sus labores cinematográficas y sus esfuerzos por recuperar el euskera en la Cuadrilla de Añana. Su funeral se celebrará hoy a las siete y media de la tarde en la iglesia de San Martín de la capital alavesa, según la revista Alea. El sacerdote era originario de Azkoitia, aunque estuvo asentado durante los últimos treinta años en Caicedo de Yuso, un pueblo perteneciente al municipio de Lantarón.

El motivo de su destierro a este municipio tiene su origen en una disputa que mantuvo con sus superiores, cuando defendió a los campesinos de Legutiano su derecho al riego en sus campos de cultivo. Al parecer, en sus inicios en la Cuadrilla de Añana no fue bien recibido, aunque con el tiempo se fue ganando la confianza y aprecio de sus vecinos.

Desde que se instaló en Añana, siempre fue un firme defensor del uso y de la promoción del euskera. Su comienzos en esta lucha tuvieron lugar hace treinta años en el convento de Angosto. Fue en este emplazamiento donde los frailes organizaron un curso de quince días de duración y reunió a alaveses de todo el territorio. Además, junto al médico de Gaubea, Larrañaga comenzó a impartir clases de euskera, y posteriormente montó una escuela nocturna en Lantarón. Con el paso del tiempo se fueron formando grupos para aprender la lengua en prácticamente todos los pueblos de alrededor.

3 de marzo Además, Larrañaga fue un decano en el cine vasco. Una vez finalizó la época franquista, participó en el cortometraje Ikuska. Igualmente, advirtió de los riesgos de la masiva emigración de la población rural de las localidades alavesas durante el cortometraje Arabako herrien heriotza (La muerte de los pueblos alaveses). El difunto euskaltzale recibió ayer la calurosa despedida de entidades como la Asociación 3 de marzo, que le recuerda por ser el autor de la toma de imágenes de aquellos trágicos sucesos. Le despidieron calificándole de “camarada”. - DNA