VITORIA - A poco más de 27 días del gran ensayo festivo de las fiestas de La Blanca, la desunión y el desencuentro se han instalado en el colectivo de blusas con las dos facciones que ahora representan la Comisión de Blusas, como figura hasta ahora oficial, y la escisión de siete cuadrillas que encarna la recién creada Federación de Blusas. Ambas partes se vieron las caras el martes en sede municipal con la presencia del alcalde, Gorka Urtaran, y de la concejala de Cultura, Estíbaliz Canto, en un intento de tratar de encauzar las aguas.
Poco más de 20 minutos duró ese encuentro que no hizo sino constatar la división en el colectivo de blusas. Los representantes de la Comisión se presentaron con su documento de propuestas, mientras que la Federación no aportó ningún tipo de escrito, según se había determinado en una asamblea en la jornada previa. Se abre ahora un plazo de compás de espera hasta el próximo 9 de julio. Hasta esa fecha se mantiene en vigor la propuesta lanzada por la Comisión, que busca volver a reagrupar a las siete cuadrillas que han salido de su amparo. Contempla también otra serie de modificaciones para tratar de retomar la normalidad con cambios organizativos y en la estructura. No encontraron una respuesta positiva desde la otra parte del conflicto, que se resiste a volver a formar parte de la Comisión.
subvención y paseíllo Esta división amenaza con hacerse visible en actos emblemáticos de La Blanca como es el paseíllo de ida y vuelta al Iradier Arena y que puede convertirse en un evento que se celebre por duplicado. “Puede ser una de las posibilidades”, explicó el presidente de la Comisión, Endika Sáez de Adana. Otro de los caballos de batalla se centra en la subvención municipal que cada año se entrega “de una manera nominativa a la Comisión para hacer el reparto y gestión del dinero”. Las cuadrillas escindidas reclaman también su parte del dinero, aunque a día de hoy, “no se va a ceder el dinero”, relató. - J. L. del C.