Vitoria - Cáritas eligió la víspera del Corpus Christi para presentar ayer su memoria de actividad de 2016 en la que refleja que “la recuperación económica no se deja notar” en Vitoria. Según el balance del pasado ejercicio, en 2016 Cáritas Vitoria atendió a 55 familias más que el año anterior, con un total de 6.026. Lo que para Ramón Ibeas, secretario general de esta organización católica, indica “que desde 2007 continuamente vamos sumando personas al último vagón de cola de nuestra sociedad, que es el de la pobreza”. Lo que no cambia es que la detectada por Cáritas sigue afectando mayoritariamente a mujeres (en un 66,3%), personas desempleadas (58,7%) y con responsabilidades familiares (50%).
Otro dato “que sistemáticamente viene subiendo desde que empezó la crisis”, como destacó Ibeas, es el de familias de nacionalidad española atendidas, el 30,5%, frente al resto de 80 nacionalidades diferentes.
En su opinión, esto tiene que ver con el sistema de ayudas sociales, “que en muchas ocasiones no terminan de sacar de la pobreza a personas”, como las que tienen un empleo y lo siguen pasando mal o los viudos, por lo que se muestra partidario de “una reforma de la ley de Servicios Sociales que suponga una mejora en la gestión, pero no a base de empeorar la situación de los que están mal”.
Otra preocupación que Cáritas tiene en Álava es la referida al paro. Como recordó Ibeas, la cifra de desempleados del último mes, por primera vez consiguió bajar de los 22.000, al situarse en 21.000. Sin embargo, existen otras personas que perdieron su trabajo en el periodo 2011-2014 que son para ella las que más dificultad tienen para “recuperar el ritmo social”, y que habrían pasado a formar parte de las personas “descartadas” (término usado por el Papa Francisco), “debido a que el mercado laboral está siendo “tremendamente” selectivo y precario.
Por todo ello, la organización denunció ayer que, “a pesar de los indicadores que apuntan a la salida de la crisis, lo cierto es que la realidad de las personas apoyadas por Cáritas no valida esta afirmación”, subrayó su secretario general.
Ayudas económicas Y, para muestra, como remarcó Ibeas, las 1.311 demandas de apoyo económico planteadas en los despachos de acogida, que se concretaron en 604 ayudas para dar cobertura a las urgencias de las personas que, “en muchas ocasiones, necesitan una respuesta para cubrir necesidades básicas”. A este fin Cáritas destinó en 2016 la cantidad de 118.812,55 euros.
Además, en 2016 se intensificaron los esfuerzos de formación y capacitación laboral con una ayuda en concepto de beca. En concreto, el pasado año se asignaron un total de 1.459 becas para las que se dispuso de 371.436,58 euros y también se destinaron 57.650 euros de apoyo directo a la inserción laboral. La cifra total de gasto en apoyos económicos en 2016 correspondió a 547.899,13 euros.
Las principales demandas atendidas en los despachos de acogida de Cáritas fueron en relación con la necesidad de formación: un total de 1.315 demandas a las que se ofrecieron 5.455 respuestas. Por programas, los talleres ocupacionales ofrecieron becas formativas a 216 personas y en los talleres prelaborales a 119 más.
En cuanto al programa de reutilización de ropa Berjantzi-Koopera, durante el año 2016 se obtuvieron 1044,5 toneladas. Por su parte, el servicio Lan Bila atendió 898 demandas, de las que se gestionaron 328 (42 de servicio doméstico y 286 de cuidado de personas con dependencia). Durante el pasado año, 298 personas participaron en los distintos cursos para el acceso al mercado del trabajo.
Tras las demandas relacionadas con la formación, siguieron las relacionadas con el empleo. A las 792 solicitudes planteadas en 2016 se ofrecieron 3.306 respuestas.
Ingresos en 2016. 2.829.630 euros. 847.516 euros fueron gracias a donativos.
Gastos. 2.918.0009 euros. La cantidad destinada a acción social fue de 954.142, a inclusión por el empleo 1.061.364 euros y en animación 250.812.
Acompañamiento y sensibilización. Cáritas cuenta con 928 voluntarios.
Socios. El pasado año fueron 1.484 socios los que junto a los donantes puntuales hicieron posible con sus aportaciones el sostenimiento de Cáritas.