labastida ? El mal tiempo puso ayer su peor cara impidiendo la subida al Toloño a los cientos de personas que cada año se suman a esta marcha. El tradicional punto de partida, el parque de San Ginés, acogió sin embargo a los más marchosos, así como el almuerzo con que se obsequia a quienes acuden a este multitudinario paseo.
La concentración en San Ginés para arrancar con la XXIX Subida al Toloño estaba prevista para las 9.00 horas, pero desde antes del pistoletazo de salida los organizadores ya estaban pendientes de la intensidad de la lluvia, tanto en Labastida como en Peñacerrada y en Salinillas de Buradón, ya que desde esas otras dos localidades también había fijados puntos de partida para ascender al emblemático monte. Llovía y mucho, y la información que se tenía de lo alto de la sierra era todavía peor, la misma que la previsión para toda la jornada.
Con ese panorama, la marcha se podría convertir en algo muy arriesgado, ya que en la explanada no hay lugares donde refugiarse de la lluvia. De esta forma, la alcaldesa de Labastida, Laura Pérez Borinaga, y el de Peñacerrada, Juan José Betolaza, hablaron por teléfono y se decidió formalmente que este año no se iba a celebrar la subida, aunque sí que se podría llevar a cabo la concentración en San Ginés para almorzar juntos, desplazándose todos los participantes que quisieran estar en el encuentro en sus vehículos.
A partir de ese momento comenzaron los cambios en la programación, que fueron posibles gracias a que los responsables de la intendencia se volcaron en organizar todo de tal manera que fuera cómodo para los asistentes. Los trabajadores municipales, José Ramón e Iñaki, junto a la hija del primero y los componentes de la asociación de cazadores, localizaron carbón en uno de los bares de Labastida, ya que la leña que habían subido al Toloño estaba llena de agua, y en los asadores de San Ginés pudieron asar el almuerzo, que se disfrutó en el interior de la ermita así como en la zona cubierta que hay a la entrada. Allí estuvieron los vecinos que habían ido llegando andando, en coches y hasta en autocares, así como los alcaldes, la teniente de diputado general y diputada de Desarrollo Económico y Equilibrio Territorial, Pilar García de Salazar, y el diputado foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco.
Protagonismo especial fue el que tuvieron los componentes del Araba Euskaraz 2017, la ikastola de Labastida, que dentro de dos semana celebrará la gran fiesta del euskera en esa villa y que habían elegido el día de ayer para realizar algunas de las últimas fotos colectivas. De esta manera, tras el almuerzo buena parte de los asistentes posaron al lado de la ermita de San Ginés con el cartel del “Wow!” que identifica esta edición, y a continuación se desplazaron al casco urbano para continuar la fiesta. Allí, en el frontón municipal se había convocado el torneo interpueblos de pelota y la ikastola estuvo presente con una txosna y con su tienda volante, y antes de comenzar el juego también se realizó la foto que formará parte de los recuerdos del Araba Euskaraz. l