Vitoria. Vitoria evitó en el último momento la primera huelga de recogida de basuras en 25 años después de que las partes aceptaran el pasado 1 de marzo una propuesta del Ayuntamiento en la que se incluía la posibilidad de rescisión "pactada" del contrato con la UTE si en dos meses no solucionaban las desavenencias y se readmitía a cinco trabajadores despedidos.

Hoy, el equipo de Gobierno ha anunciado que FCC y GMSM han rechazado la propuesta municipal, por lo que "se dan finalizadas las negociaciones" y se entiende que la empresa "no quiere seguir prestando el servicio".

En un comunicado, el gabinete del alcalde, Gorka Urtaran, asegura que ha hecho "todo lo posible" para alcanzar un acuerdo que las empresas no han aceptado.

"Salvo cambio de opinión por parte de la empresa, entendemos que la UTE descarta continuar prestando este servicio en la ciudad", ha dejado claro el concejal de Medio Ambiente, Iñaki Prusilla.

A partir de ahora, el Ayuntamiento se encuentra con tres escenarios. El primero de ellos sería llegar a un acuerdo con la empresa para que se logre la "paz social" y el cumplimiento del servicio.

El segundo consistiría en negociar una salida pactada "y pacífica" de la UTE y que el Ayuntamiento licite un contrato con un nuevo pliego de condiciones para que otra empresa se haga cargo del servicio.

Y la tercera opción implicaría que el Ayuntamiento asuma la gestión directa del servicio de limpieza como reclaman EH Bildu, Podemos e Irabazi.