vitoria - La casa-torre de Martioda acumulaba varios años lanzando un SOS por el visible peligro de derrumbe que sufría su estructura. Pese a su importancia como patrimonio histórico y cultural del territorio, la casa de los Hurtado de Mendoza se encontraba en un preocupante estado de abandono, por mucho que existiera la obligación legal de conservarlo tras su declaración como monumento histórico-artístico alavés en 1984. Sin embargo, no fue hasta el año pasado cuando, como parte del acuerdo presupuestario entre el gobierno foral y EH Bildu, la rehabilitación de la torre se incluyó en las cuentas forales.
Con un presupuesto total de 289.511 euros, la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Construcciones José Miguel Ibañez y Construcciones José Martín se ha encargado de recuperar la estructura exterior del inmueble. Tras unos meses rodeada de andamios, la torre acaba de estrenar su nueva imagen con el grueso de los trabajos ya finalizados. Las intervenciones se han centrado de forma prioritaria en rehabilitar el tejado y la estructura exterior del inmueble.
Antes, la torre fue objeto de un estudio arqueológico a cargo de la empresa gasteiztarra Ondare Babesa, para el que incluso se recurrió a un dron que sobrevoló la estructura tomando fotografías con las que escudriñar las medidas a acometer posteriormente. El aparato recogió instantáneas que fueron “corregidas en base métrica y georreferenciadas para obtener una información totalmente fiel del monumento”, explican desde la firma sobre una actuación que tuvo a Francisco Javier Ajamil como director y a Itxaso Azcune, especialista en virtualización de patrimonio, como mano para las correciones.
Ondare Babesa fue también la encargada hace cinco años de estudiar el subsuelo del exterior de la torre, su barbacana, la estructura defensiva que la rodea, y el foso. La casa es propiedad de la Diputación desde 1973, cuando fue adquirida a los herederos de los Hurtado de Mendoza junto a 450 hectáreas.