El parque natural del Gorbea, espacio protegido entre Álava y Bizkaia con más de 20.000 hectáreas de superficie, engloba famosas cumbres como la que le da nombre, de 1.481 metros de altitud, y coronada por una cruz de 17 metros de altura, que se ha convertido en símbolo de todos los vascos. También contiene el karst de Itxina, las cuevas de Mairuelegorreta y Supelegor, la cascada de Gujuli o el humedal de Saldropo. No obstante, aún esconde tesoros mucho menos conocidos, la mayoría de los cuales son fruto del uso de sus aguas, maderas y oquedades que ha hecho el hombre durante miles de años dejando huellas que aún perduran. Se trata de molinos hidráulicos, neveros para la fabricación de hielo u hornos para la cal, restos de ermitas y evidencias de la industria carbonera que se han convertido en uno de sus principales atractivos junto con los naturales y en una nueva fuente de riqueza para la zona. Con ellos, el turismo urbano se suma a la milenaria actividad pastoril que desde siempre se practica en estos parajes.
Para darlos a conocer, la sociedad cultural recreativa Garrastatxu de Baranbio, con la colaboración de esta Junta Administrativa, el Ayuntamiento de Amurrio y las asociaciones Hauntzgorri y de etnografía Aztarna, ha organizado para este fin de semana unas interesantes jornadas que darán la oportunidad de acercarse a muchos de estos desconocidos rincones.
La primera de ellas comenzará a las 9.30 horas de mañana en la ermita de Garrastatxu, en Baranbio. Un templo de 1626 que lleva anexo una plaza de toros cuadrada, que aseguran es la más antigua de Euskadi, y en cuyo interior estará esperando el miembro de la Sociedad Aranzadi Javi Castro para presentar la jornada y guiar en el recorrido. La primera parada, en torno a las 10.30 horas, será en las piedras de molino de Baranbio, para dos horas después visitar dos kirikiñausi o ericeras. Construcciones de piedra, normalmente circulares, que se empleaban antaño para el almacenaje de castañas.
El broche de oro lo pondrá en torno a las 13.00 horas la realización de un homenaje al carbonero del lugar y a la señora del Anboto. No en vano, en una zona como los terrenos que rodean al Gorbea, donde las influencias externas se han resistido a penetrar, la mitología se ha conservado viva entre sus pobladores. La diosa principal es Mari (la Dama del Anboto), cuya morada llega a verse desde muchos de los lugares del parque. Pero en sus bosques también habitan otros personajes como Basajaun (el protector del bosque) y en las orillas de sus ríos, las lamias (damas con pies de pato).
La segunda, la de mayor recorrido, tendrá lugar el domingo y encaminará sus pasos hacia Altube. Los guías de esta jornada serán los miembros de la asociación etnográfica Aztarna Salvador Velilla y Luiso López, que esperarán a las personas interesadas a las nueve de la mañana en el aparcamiento situado en las Ventas de Ugazi, a 200 metros de Urkillu (Ziorraga hacia Lezama). Media hora después se hará la presentación de una jornada que prevé visitar las ruinas de las ermitas de Santa Isabel y Santa Marina, ambas del año 1550, pasando por una de las dos zonas de reserva integral del parque natural del Gorbea: la de Peña Iñurbe, ubicada en el corazón del bosque de Altube, formado por una mezcla de hayedo y robledal.
Otolarrin El siguiente alto en el camino, en torno a las 12.00 horas será el horno de utensilios de barro de Otolarrin, cuya boca, de 0,5 metros de alto por 0,8 de ancho, se ve desde la pista. Dentro tiene unos cuatro metros cuadrados de suelo con cuatro pequeñas bóvedas y una altura de unos 80 centímetros, normalmente anegada, por lo que la mejor época para visitarlo es el verano. “En su alrededor se han encontrado restos de teja, ladrillo, azulejo y tubos de llevar agua. El sistema de cocer da a entender que en la plataforma que tiene encima se dejaban las piezas hasta que se cocían. Según los lugareños es uno de los tres que había hasta hace unos 50 años. Los otros dos fueron rotos por las excavadoras con motivo de la construcción de una pista que lleva hasta la antigua ermita de Santa Isabel, e incluso las localidades de Inoso y Uzquiano, si bien, puede dar lugar a perderse”, explica López.
Con él y su compañero Velilla no se correrá ese riesgo, y la marcha concluirá a las 13.30 horas en el aparcamiento de partida. Para salvar el riachuelo de las Ventas de Ugazi se hará uso de otro de los tesoros desconocidos del Gorbea: el puente Jaundia, construido a mediados del siglo XVIII por el arquitecto vitoriano Justo Antonio Olaguíbel, para unir el trayecto Vitoria-Balmaseda.