gasteiz - La periodista, rostro del Teleberri y columnista de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, da algunas pistas sobre una invitación a la fiesta que mirará al ámbito de la información, a la vida de los concejos y a la lucha contra el cáncer, una enfermedad que a ella misma le tocó pasar.
Aunque ya está acostumbrada a hablar delante de mucha gente, ¿siente algo de vértigo ante la cita de esta noche?
-Vértigo y sobre todo respeto siempre hay. Los que trabajamos en los medios de comunicación audiovisuales estamos acostumbrados a trabajar en los estudios de radio y de televisión, que son nuestro txoko, nuestra cueva-madriguera, y salir al exterior siempre es distinto, es enfrentarte a un público que en este caso sí que ve y siente. Espero que salga todo bien, aunque siempre está ese pequeño respeto de cuando vas a hacer algo. El pregón está preparado, pero el directo es el directo. Lo vamos a intentar tener ajustado lo máximo posible.
¿Nos puede dar alguna pista?
-No va a ser un pregón complicado. Dentro del acto global, me pidieron una aportación de 20 minutos, así que no es una cosa complicada, y tampoco voy a complicarla mucho. Voy a utilizar los medios que tengo, que en este caso son poco más que la voz y algún corte con voces de otras personas. Desde que me lo propusieron y hasta ahora le he ido dando vueltas, he ido apuntando mentalmente ideas que luego han pasado a un papel y he ido haciendo un pequeño guión hasta que el texto ha ido tomando forma, con algunas cosas que se han quedado fuera. Al final es un pregón, una invitación a la fiesta. No va a ser ni mucho menos un análisis pormenorizado de todo lo que sucede en el territorio.
En un proceso tan largo, le habrán inspirado muchas cosas.
-Sí. Al final el pregón va a tener tres partes fundamentales. Hablaré de comunicación y de información, porque una de las razones para ser pregonera en parte es esa imagen más pública que tenemos los que trabajamos en la televisión. Hablaré también de los concejos, de la tierra, que es otra de las razones. Soy presidenta de la Junta Administrativa de mi pueblo -Gebara-, es una realidad que ahora mismo tengo muy presente y que quizás no es muy conocida por la sociedad. No va a ser una queja ni un echar en cara, sino que mucha gente no conoce cuál es el entramado institucional que tenemos en Álava, las competencias que tienen los concejos y su forma de vida. Y luego estará también esa parte más personal, quizás más íntima, la relacionada con la enfermedad que a mí me tocó pasar, el cáncer.
¿Ha podido pasar ya página de esa etapa tan difícil?
-Nunca se pasa página del todo, porque cuando tienes un cáncer te conviertes en la persona mejor vigilada de toda la sociedad. Han pasado diez años desde que me diagnosticaron el cáncer. Y evidentemente, cuando pasas una enfermedad como ésta, que te da mucho miedo, empiezas a reparar más en la importancia de la prevención, de los cribados... Te das cuenta de que somos una sociedad en la que hay que mejorar muchísimo, pero también de que somos pioneros en muchas cosas. La prevención es muy importante, pero como dicen los investigadores al cáncer sólo lo vamos a derrotar con la investigación. Si hemos sobrevivido estos años a una enfermedad como ésta es porque hubo otra gente que se dedicó a invertir dinero, a ver cómo evolucionaba la enfermedad y a sacar tratamientos para poder combatirla.
¿Cómo afronta este año las fiestas?
-De una forma especial también, porque al ser pregonera te invitan a participar en actos como la retreta, que la veré desde otra perspectiva. Estaremos también en la calle, en las campas de Armentia, en la recepción del día 28... Más pegada a esos actos más institucionales, pero también disfrutando con mi pareja y mis hijas.
Se presentan unos días bastante ajetreados entonces.
-Sí, pero muy ilusionantes también. Estoy muy agradecida por todo lo que me va a tocar.
Tengo entendido que para usted la fiesta de Estíbaliz es también muy especial, por razones obvias.
-Sí, yo me llamo Estíbaliz por lo que me llamo. En mi casa miraban mucho hacia ese cerro, hacia ese santuario. Antes no se hacían tantas fotos, pero las primeras que tengo y las más numerosas son de Gebara, de Vitoria por supuesto y también de Estíbaliz, que era un lugar de esparcimiento muy especial para la familia.
Viendo la climatología de estos últimos días, ¿confía en que el santo no haga honor a su etiqueta de ‘meón’?
-En los años que he vivido San Prudencio hemos tenido de todo. Desde calor asfixiante hasta frío de cortar, de verdadero invierno. Así que como es algo que no podemos controlar, lo que salga saldrá e intentaremos disfrutar de los días como buenamente podamos. Haga bueno o malo seguiremos saliendo a la calle.