“Si los políticos no saben resolver este problema pequeño, ¿qué es lo que van a resolver?”

¿En qué estado se encuentra el contencioso sobre Trebiño?

-Las últimas gestiones que hemos llevado a cabo han pasado por impulsar una ley orgánica en el transcurso del Pleno del Ayuntamiento de Condado de Trebiño el pasado 8 de marzo y estamos trabajando y hablando con todos los grupos y con las instituciones -desde las diputaciones y las Juntas Generales hasta el Parlamento Vasco, pasando por la Junta de Castilla y León y con todos los grupos políticos, tanto de Álava como de Burgos. Estamos hablando con todo el mundo y presentando la proposición, viendo vías de solución al contencioso y dialogando y siguiendo hacia adelante, como hemos hecho siempre.

¿Con quiénes han establecido ya contacto?

-Ya hemos hablado con algunos grupos y con otros estamos pendientes de vernos. Pero poco a poco, porque tenemos nuestros compromisos de trabajo y hemos de adaptarnos a ello. Hemos pedido reuniones con los grupos junteros, aunque ya hemos estado con Podemos y con el PSE. Tenemos previsto un encuentro con el PP y con EH Bildu ya hablamos. En Castilla y León estuvimos un día con Ciudadanos, aunque por un error de agenda sólo estuvimos un momento. El día 4 estaremos con la Diputación de Burgos y con el PSOE. También hemos estado ya con Imagina de Burgos, que vivieron a Trebiño.

En los últimos meses se ha estado trabajando sobre el texto del acuerdo-marco del que deben salir los posteriores convenios?

-Así es. Hay un acuerdo marco que la Diputación de Burgos ya ratificó y tan solo queda su aprobación por las Juntas Generales de Álava. A partir de ahí se van a desarrollar convenios en trece materias. Pero sobre este tema queremos matizar algunas cosas. Una, que el acuerdo es transitorio, tal y como se recoge en el documento, y tiene una duración máxima, con prórrogas incluidas, de cuatro años. Lo cual supone que el contencioso tiene que solucionarse, o debería solucionarse porque el acuerdo marco tiene una duración de cuatro años como máximo, incluidas prorrogas y es transitorio.

También han aparecido problemas de competencias.

-Así es. Lo cierto es que las competencias de la Diputación Foral de Álava no son las mismas que las de la Diputación Provincial de Burgos. Por esa razón la Diputación de Álava, para que ese convenio o ese acuerdo marco y el desarrollo de esas trece materias puedan llevarlas a efecto tendrá que conveniar con la Junta de Castilla y León porque, por ejemplo, uno de los puntos, como es el Plan de Vialidad Invernal y la carretera que discurre por todo el Condado no es de la Diputación de Burgos, sino de la Junta de Castilla y León. Luego está las materias de Bienestar Social, en las que las competencias que tiene la Diputación de Álava no son las mismas que las de Burgos? Por lo tanto se tendrá que conveniar con otras instituciones.

Esto demostraría la necesaria integración del enclave por aquello de la eficiencia en los servicios.

-Es que se ha plasmado sobre el papel que realmente quien puede dar los servicios a Trebiño es Álava, porque de alguna manera Castilla y León convenía con Álava para que el enclave disponga de esos servicios. Por ello se vuelve a reconocer lo que desde Trebiño siempre ha dicho: que el enclave es Álava y la única que puede dar los servicios es la administración a la que naturalmente pertenece Trebiño.

Pero la Diputación y la Junta de Castilla y León no quieren ni siquiera entrar a saco en ese debate y lo excluyeron de las negociaciones desde el primer momento.

-No han querido entrar en ese debate, aunque sí que en el acuerdo se hace alguna referencia a que esto es independiente de las vías que se sigan y demás. Pero no han querido entrar. Nosotros, el día 4, iremos a la Diputación de Burgos para hablar y para intentar dialogar y negociar.

El anterior presidente de la Comisión de Integración y las anteriores corporaciones municipales, han sido muy reacias a firmar convenios. ¿Se aceptan ahora porque se aprecia algún cambio en el contencioso?

-No sabemos lo que puede pasar. Lo que sí sabemos es que el anterior presidente de la Comisión de Integración siempre ha dicho que los convenios tenían que ser transitorios y con una caducidad. Porque siempre hemos mantenido, y lo seguimos manteniendo, que los convenios son una forma de trabajar con parcheos, que los convenios no son buenos. En todo caso tienen que ser transitorios, con una fecha de caducidad y tienen que ser una herramienta para llegar al fin último que es la integración en Álava. Pero los convenios no deben ser la manera de funcionar de modo continuo. Por eso esta corporación tampoco está a favor de los convenios, en el sentido de que se vaya a trabajar siempre así. Por eso el acuerdo tiene fecha de caducidad y es transitorio.

Los trebiñeses reclaman una igualdad de oportunidades que ahora no tienen. ¿Cómo se traslada a la opinión pública las diferencias con las que viven aquí?

-Pues contando las cosas de la vida cotidiana, que es de lo que al final se trata. Porque aquí no estamos hablando de grandes historias políticas, sino del día a día de los vecinos. Y el día a día pasa por que si tienes que ir a una consulta programada, no a una urgencia, aunque también tiene sus grandes problemas, sino a una consulta normal y por lo que sea tienes la pierna escayolada, y si viene una ambulancia de Burgos o de Miranda de Ebro, no te lleva a Vitoria porque es una contrata privada. Además, ha pasado, y es más grave, que si tienes un cáncer y te tienen que tratar en el Oncológico de San Sebastián, que es privado y tiene un convenio con Osakidetza, a los habitantes de Trebiño no les trata y nos manda a Salamanca cuando ya son tratamientos más específicos. Ese es el día a día de los vecinos, que no nos permite vivir de otra manera. La verdad es que no podemos vivir pendiente del político de turno, de si quiere conveniar o no, o si vamos a tener servicios o no.

¿Con educación y otras materias pasa igual?

-Con educación tenemos un grave problema y es que el 80% de las niñas y niños del Condado van a estudiar a Vitoria, porque la vida la hacen de cara a Vitoria y eso conlleva que de alguna manera Trebiño tenga muchos menos jóvenes, porque esos niños y niñas al final terminan haciendo la vida en la capital. Y, en consecuencia, pasan otras muchas cosas, como que en Condado de Trebiño no existe el paro. Hace poco una subvención de una institución para contratar a parados de larga duración durante seis meses nos la denegaron porque el número de parados que hay inscritos en el ECYL (Empleo de Castilla y León) es cero. Y no es cierto, porque los parados de Trebiño están en Lanbide. Tampoco existen viejos en Condado de Trebiño, hay una cifra enorme de divorciados? Y todo eso se da por la situación en la que nos encontramos.

Según sus apreciaciones, ¿quién manifiesta más interés en la cuestión de la integración, los trebiñeses o Álava?

-Los propios trebiñeses, porque es su día a día. Esto no es una cuestión de que Álava quiera que Condado de Trebiño sea Álava. Es que los vecinos estamos demandándolo, porque es algo que necesitamos para el día a día nuestro, de nuestro desarrollo a todos los niveles.

Los cambios en la correlación de fuerzas políticas en las Cortes Generales, ¿abren posibilidades para que prospere la proposición de ley orgánica?

-Eso esperamos. Pero también es cierto que desde esta Comisión de Integración no nos vamos a negar a cualquier otra vía que nos digan que con ella es con la que sale adelante. Ya sabemos que la vía estatutaria es una vía muerta? La nueva correlación de fuerzas nos da ánimos. Es un camino largo que tenemos que recorrer hasta llegar a Madrid y ver qué pasa. Pero tampoco nos cerramos a otras alternativas. Si viene alguien con una varita mágica y nos dice cuál es la solución la aceptaremos. Nosotros, lo que exigimos es una solución ya, porque en el fondo, el problema de Trebiño es un problema muy chiquitín en medio de todos los problemas nacionales. Pero para nosotros es muy grande. Si los políticos no saben resolver este problema pequeño, ¿qué nos van a resolver?

¿Han apreciado algún cambio de postura en el grupo del PP de Trebiño?

-El grupo popular se abstuvo el 8 de marzo, cuando aprobamos el reinicio de la proposición de ley orgánica. La concejal que estuvo en la sesión se abstuvo y la otra no estuvo presente por razones personales. Pero creo que en el futuro irán cambiando. Tampoco es la posición que tuvieron anteriormente. Pero es una apreciación personal.

En el proceso anterior se dio el caso que el PSE apoyó la iniciativa, pero sus homólogos de Madrid la rechazaron?

-No puedo valorar esas actitudes. Habría que preguntarles a ellos por qué lo hicieron así. Yo espero que ahora, con las nuevas fuerzas que hay en el Congreso se actúe de otra manera. Pero al igual que al PSOE le ha pasado al PP. No hay que olvidar que el PP alavés está a favor de que Trebiño sea Álava, o al menos así lo han manifestado. Y sin embargo, en Madrid ocurre lo contrario. No sé la razón y no puedo contestar porque además no formo parte de esos partidos.

Si el contencioso se gestiona como proposición de ley orgánica, ¿se repetirán los mismos pasos que en la legislatura anterior?

-Así es. Iremos al Parlamento Vasco, lo hablaremos y si lo quieren tramitar se hará de la misma forma. De todas formas acabamos de empezar. Hemos lanzado la propuesta de impulsar el proceso y ahora es cuestión de hablar y negociar.

Condado es una de las fichas, pero la otra es La Puebla de Arganzón. ¿Sabe qué postura va a mantener?

-Los dos, La Puebla de Arganzón y Condado de Trebiño, tenemos muy claro cuál es el punto final y no vamos a separarnos de ese objetivo.

Pero desde la Diputación de Burgos se ha utilizado como moneda de cambio el reproche de la falta de inversiones en Trebiño, frente a las que se hacen en La Puebla, por la diferencia de actitudes?

-Habrá que preguntar a quién habla de las inversiones que van a La Puebla y no vienen a Trebiño el porqué lo hace, qué inversiones son ésas y por qué de alguna manera castigan a Trebiño por defender lo que sus habitantes realmente quieren.