vitoria - La presidenta de la Comisión Ciudadana Antisida de Álava, Belén Martínez, no se separa del lazo rojo, símbolo de la lucha contra el Sida, que afecta a hombres (78%), con una edad media de los diagnosticados de 38 años. Martínez, en concreto, es la trabajadora social, responsable de Besarkada Etxea, para afectados por VIH-Sida. Para ella fue “un regalo” el poder estar en contacto con todas las personas que sufren exclusión social.
El pasado noviembre alertó de que los jóvenes han bajado la guardia ante una enfermedad que “no está bajo control”.
-Los jóvenes y los no tan jóvenes han bajado la guardia con prácticas de riesgo en las que se generan esos positivos. Asociaciones e instituciones tienen que cambiar la visión de la epidemia. Con tantos positivos está claro que algo falla. El preservativo todavía no se ve como algo que funcione.
¿Qué es lo que falla para que después de tantos años insistiendo en la importancia de su uso para evitar la transmisión de todo tipo de enfermedades sexuales no se tenga en cuenta?
-El preservativo es algo relativamente fácil de usar y de concienciar. Pero no encaja mucho en las prácticas de riesgo. Se utiliza bajo el efecto de las drogas, creando unas dinámicas en las que se generan esos positivos. Esta enfermedad no es ninguna tontería, pero los jóvenes han perdido el miedo.
¿Han perdido el miedo porque lo ven como una enfermedad crónica y no mortal?
-Sí, pero porque ellos no lo han tenido nunca, no han vivido lo que supone el VIH como sinónimo de muerte. Ellos lo que han visto es que es una enfermedad crónica, y por eso creen que no pasa, que te tomas una medicación y ya está. Pero que vean lo que suponen los efectos secundarios y el deterioro físico que conlleva porque no es ningún chollo tener esta enfermedad. Es difícil transmitir la importancia del contagio.
¿Qué más se puede hacer al respecto?
-Hay que hacer mucho trabajo educativo. Por ejemplo, más pruebas rápidas. Lo más importante es que la tercera parte de las personas que tienen VIH es que no lo saben y por eso no se puede parar la cadena de contagios.
-La Comisión también tiene una nueva fórmula de pago para afrontar sus gastos.
Es un momento histórico y ha permitido relajarnos, para no pensar en si vamos a cobrar o no y centrarnos en las personas. Quiero destacar que La Caixa y Fundación Vital también nos financian proyectos, como el Servicio Amigo o el apoyo psicológico.