Vitoria - El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que el Ejecutivo exigirá “las máximas condiciones de seguridad” para la central de Santa María de Garoña y para cualquier otra instalación nuclear. El Gobierno, explicó, escuchará a todas las partes, tanto a las partidarias como a las que están en contra de la reactivación, antes de pronunciarse sobre la posible reapertura de la central, situada cerca del límite con Álava y a unos 40 kilómetros de Vitoria.

Durante la sesión de control al Gobierno del Congreso, Rajoy respondió de esta manera a una pregunta formulada por el portavoz del Grupo Vasco, Aitor Esteban, quien solicitó al ejecutivo que renuncie “definitivamente” a prolongar la vida útil de una instalación que, censuró, es “vieja” y “tiene riesgos”. Esteban dirigió su pregunta al jefe del ejecutivo después de que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya avalado la reapertura, con condiciones, de la planta.

El presidente del Gobierno recordó ayer que el CSN fija dos condiciones para la reapertura de Garoña: la ejecución de inversiones y la realización de una revisión periódica de seguridad. Antes de adoptar una decisión definitiva, el Gobierno dará audiencia a todas las instituciones que se han interesado por este asunto, aseveró Rajoy, quien incidió además en que después de que el ejecutivo adopte una decisión al respecto el organismo que vela por la seguridad nuclear tendrá que volver a pronunciarse.

“Soy el presidente del Gobierno y tengo que cumplir los trámites que fija la ley”, expuso Mariano Rajoy, quien recordó que algunas instituciones, entre las que citó a la Junta de Castilla y León, que sí están a favor de prolongar la vida útil de Garoña. Para el presidente, “lo más prudente, lo más razonable y lo más sensato” es estudiar a fondo toda la documentación y los razonamientos de todas las partes antes de adoptar la decisión definitiva.

Esteban tildó de “sorpresivo” el informe del CSN, y recordó que este organismo se ha mostrado a favor de reabrir la central, “desdiciéndose” de una decisión anterior en la que fijaba una serie de condiciones. Criticó, además, que por primera vez se conceda una prórroga superior a los diez años, lo que a su juicio incumple también la guía de seguridad del propio Consejo. El portavoz de los nacionalistas vascos se preguntó “por lo que hay detrás de estos movimientos sorpresivos” del CSN y ha opinado que son “globos sonda” lanzados por este organismo “pero más dirigidos a otras centrales que a la propia Garoña”.

Esteban alertó de que se trata de una central nuclear de primera generación, la más antigua de España, y que apenas aporta el 0,4% de la potencia instalada en el estado, por lo que no va a abaratar el precio de la electricidad. Además, consideró “llamativo” que se pudiera conceder la autorización para la reapertura y que ésta no llegara nunca a producirse porque otro gobierno la revocara, lo que daría lugar a indemnizaciones “que deberían ser pagadas por todos los contribuyentes”.

sin interés partidista El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, aseguró, por su parte, que el Gobierno no adoptará medidas “partidistas” en relación a Garoña, y reiteró que la seguridad está “por delante de cualquier cosa”.

Por esta razón, argumentó el titular de Energía, el Gobierno no ha emitido ninguna manifestación tras conocer el informe del CSN favorable a la prolongación de la vida útil de la central, e incidió en que “hay que esperar a otro tipo de opiniones y consideraciones”. En respuesta a la pregunta de la diputada socialista Esther Peña Camarero durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Nadal manifestó que lo que pretende ahora el Ejecutivo es “abrir el trámite de audiencia pública y escuchar a todo el mundo”.

“Escucharemos a todos” los que se han manifestado sobre la reapertura de Garoña. A las administraciones, ayuntamientos, a la sociedad civil y a los grupos ecologistas”, garantizó el titular de Energía. “No vamos a tomar medidas partidistas” porque “la política energética implica a mucha gente”, señaló Nadal.

La representante socialista reprochó al ministro de Energía que lo que busca el Gobierno sea conceder un permiso hasta los sesenta años a Garoña, la central “gemela de Fukushima”, a pesar de que las condiciones de seguridad “no se han cumplido”. Peña Camarero exigió “la verdad”, y afirmó que “nos van a tener enfrente mientras sigan jugando con la central, la seguridad y la gente”.

También el diputado de Unidos-Podemos Juantxo López de Uralde, quien manifestó que Garoña es una instalación “obsoleta y peligrosa”, presentó una pregunta durante la sesión. Uralde subrayó que la central no aporta nada al sistema eléctrico desde hace cuatro años por lo que, a su juicio, es “falso” el argumento de que puede incidir en el precio de la electricidad.

Nadal recordó que Rajoy ha indicado que Nuclenor es la dueña de la central y que, como tal, tiene que participar en el proceso de resolución. “Hay seis meses por delante para tomar una decisión”, precisó Nadal, y añadió que “hay que escuchar e informar a todo el mundo”. - Efe

Seguridad. Consultado por el PNV sobre la opinión del ejecutivo sobre Garoña, Rajoy asegura que exigirá el cumplimiento de todas las medidas de seguridad.

CSN. El presidente del Gobierno insiste en que el informe del CSN es favorable a la reapertura siempre que se cumplan las condiciones de seguridad.

Globo sonda. Aitor Esteban, del PNV, explica que la “sorpresiva” decisión del CSN es, en realidad, un “globo sonda” dirigido “más a otras centrales que a la propia Garoña”.